Padre Ángel expresa dolor por mensajes de odio hacia menores migrantes.

MADRID, 22 Ago.

El padre Ángel, presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, ha manifestado su profundo pesar ante los mensajes de odio y desinformación dirigidos hacia los menores extranjeros no acompañados, particularmente luego del caso del menor apuñalado en Mocejón (Toledo). Considera que calificar a estos niños migrantes como delincuentes es un acto despreciable y miserable.

En una entrevista con Europa Press, el padre Ángel expresó: "Me causa mucho dolor". Además, reveló sus planes de viajar a Ceuta para reunirse con las autoridades locales y abordar la difícil situación de los 434 menores migrantes no acompañados que residen en la ciudad autónoma, a pesar de que solo hay recursos para atender a 132.

"Es realmente triste que se les insulte a ellos y a quienes les brindamos ayuda, bajo la falsa creencia de que estamos protegiendo a delincuentes. Estos niños vienen en busca de comida y para escapar de la muerte, y pensar lo contrario es totalmente injusto", subrayó el padre Ángel.

Ante la propagación de bulos y discursos xenófobos, el sacerdote espera que aquellos que los han difundido se arrepientan y pidan disculpas. Destacó la falta de solidaridad de la sociedad al no querer compartir recursos básicos con quienes más lo necesitan.

En cuanto a las acusaciones de un supuesto "efecto llamada", el padre Ángel enfatizó: "No creemos en eso. Simplemente hacemos lo que podemos para ayudar". Asimismo, mostró confianza en que hay un interés genuino en resolver el problema tanto en el Gobierno como en los partidos políticos.

El sacerdote lamentó la derrota de la ley de extranjería propuesta por PP, Junts y Vox en julio pasado. "Fue bastante triste. Es doloroso que no se haya aprobado, y me entristece aún más que la sociedad, las instituciones religiosas y las ONG no hayan protestado de forma contundente", señaló.

En resumen, el padre Ángel instó a la sociedad a mostrar más compasión y solidaridad hacia los menores migrantes no acompañados, rechazando los discursos de odio y recordando la importancia de trabajar juntos para encontrar soluciones humanitarias y justas.