MADRID, 11 de septiembre.

En una reciente decisión que ha generado debate, el Departamento de Guerra de Estados Unidos ha revelado este miércoles la autorización de un nuevo paquete de asistencia militar, valorizado en 14,2 millones de dólares (aproximadamente 12,1 millones de euros), destinado a reforzar las capacidades del Ejército de Líbano en su esfuerzo por desarmar grupos armados, notablemente el partido-milicia chií Hezbolá.

Según el comunicado oficial divulgado por el Departamento de Guerra, este paquete, respaldado por la Autoridad Presidencial de Reducción militar (PDA), busca potenciar los recursos y la eficacia de las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) en la "eliminación de arsenales y estructuras militares de organizaciones no estatales, incluyendo a Hezbolá".

El material proporcionado abarca desde cargas de demolición y detonantes hasta generadores y equipos de transporte, tal como ha indicado el Pentágono en su lista de suministros.

Este envío de ayuda, sostienen las autoridades estadounidenses, facilitará a las FAL llevar a cabo patrullas y desactivar de manera segura municiones sin detonar y depósitos de armas vinculados a Hezbolá, apoyando así el acuerdo de cese de hostilidades establecido en noviembre de 2024 entre Líbano e Israel.

El Pentágono enfatiza que esta medida se inscribe en un esfuerzo más amplio por "empoderar" al Ejército libanés para debilitar las capacidades de Hezbolá, en línea con la estrategia del Gobierno estadounidense de hacer frente a los grupos yihadistas apoyados por Irán en la región.

Cabe destacar que este anuncio se produce solo dos días después de que cinco personas perdieran la vida a causa de ataques aéreos israelíes dirigidos a "múltiples objetivos terroristas" de Hezbolá, parte de una serie de bombardeos que Israel ha llevado a cabo en Líbano, a pesar de un alto el fuego suscrito en noviembre de 2024. Las fuerzas israelíes justifican sus acciones alegando que actúan en respuesta a amenazas, aunque tanto Beirut como Hezbolá han expresado su rechazo a estos operativos, que han sido objeto de cuestionamiento por parte de la comunidad internacional, incluida la ONU.