En la jornada de este lunes, las acciones de Volkswagen y Porsche experimentaron una notable caída en la Bolsa de Frankfurt, descendiendo más de un 6% tras la revelación de un recorte en sus expectativas de ventas y rentabilidad para 2025. Esta noticia fue comunicada el pasado viernes, generando inquietud entre los inversores.

Al inicio de la sesión, las acciones de Porsche se cotizaban a 32,78 euros, lo que representa un descenso del 6,69% en comparación con el viernes anterior. Por su parte, las acciones de Volkswagen se establecieron en 91,78 euros, mostrando una baja del 6,63% respecto a la jornada bursátil previa.

Volkswagen ha ajustado sus previsiones y ahora espera que la rentabilidad operativa sobre las ventas se sitúe entre el 2% y el 3% en 2025, muy por debajo de su estimación anterior del 4% al 5%. La liquidez neta también se ha revisado a la baja, esperándose ahora en torno a 30.000 millones de euros en lugar de los 31.000 a 35.000 millones que se estimaban anteriormente.

Por otro lado, aunque la previsión de ingresos por ventas del grupo sigue sin cambios respecto al ejercicio anterior, se ha modificado la ambición de rentabilidad a medio plazo, reduciendo el objetivo del 15%-17% original a un nuevo rango de entre el 10% y el 15%.

Las expectativas para Porsche también son desalentadoras, con un impacto negativo en el resultado operativo de Volkswagen, cifrado en 5.100 millones de euros. Esto ocurre porque Porsche ha decidido abandonar un proyecto de vehículo desarrollado conjuntamente con Volkswagen, optando por una mayor flexibilidad en sus sistemas de propulsión.

A pesar de mantener su volumen de ventas estable entre 37.000 y 38.000 millones de euros para 2025, Porsche anticipa que su rentabilidad sobre ventas se limitará a un 2%, en comparación con la proyección anterior de entre el 5% y el 7%. El margen de Ebitda automotriz también se ha recortado, pasando de una horquilla del 14,5% al 16,5% a una nueva estimación del 10,5% al 12,5%.

En lo que respecta a los dividendos, el comité ejecutivo de Porsche considera proponer una distribución que superaría notablemente su política de dividendos a medio plazo; sin embargo, la cantidad final propuesta sería considerablemente inferior a la del ejercicio pasado.

En un comunicado, Porsche ha señalado: "Con este plan claro, estamos recalibrando la empresa para lograr el éxito a largo plazo en un entorno complejo. Somos conscientes de que estas inversiones estratégicas pueden impactar negativamente en nuestros resultados a corto plazo, pero consideramos que son esenciales para nuestro futuro".