El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ha solicitado la intervención de Francia para mediar en el conflicto sobre el norte de Kosovo. Este conflicto enfrenta al Gobierno de Belgrado con las autoridades kosovares y ha generado fuertes episodios de tensión en los últimos meses.

La población serbokosovar y el Gobierno de Belgrado denuncian que las autoridades albanokosovares de Pristina han llevado a cabo una política de hostigamiento desde la proclamación de la República de Kosovo en 2008. Esto ha culminado con la renuncia de los alcaldes serbios del norte el año pasado.

Esta situación, sumada a una crisis sobre la matriculación de vehículos, ha generado ataques, barricadas y amagos de intervención militar por parte de Belgrado. Esto ha paralizado las negociaciones de estabilización impulsadas por la Unión Europea.

Vucic ha pedido a Macron que haga un esfuerzo adicional para que Pristina regrese a las conversaciones. Según el presidente serbio, la violencia contra los serbios en Kosovo y Metohija está eliminando la posibilidad de una conversación civilizada y una solución a los problemas abiertos.

Además, Vucic ha afirmado que Serbia sigue comprometida con el diálogo y la preservación de la paz, a pesar de la violencia constante que sufre la comunidad serbia en Kosovo y Metohija.

Por otro lado, Vucic ha mantenido una reunión en Belgrado con el primer ministro de Albania, Edi Rama. Aunque ha habido algunos roces en la conversación sobre Kosovo, ambos mandatarios han destacado la importancia de normalizar la situación y trabajar a favor de la paz.

Llama la atención que Vucic haya criticado la identificación de Francia y Alemania como "padrinos" de las conversaciones, defendiendo la autonomía de Serbia en las relaciones con sus vecinos.

Vucic ha expresado su decepción con Bruselas al considerar que las autoridades europeas no cumplen con las líneas maestras de un acuerdo preliminar sobre Kosovo. Este acuerdo establece la creación de una Asociación de Municipios Serbios en el norte de Kosovo, pero Serbia no lo ha firmado formalmente y considera que no está obligada a cumplirlo.