En un episodio alarmante de desorden en el sistema penitenciario guatemalteco, este jueves, prisioneros asociados a organizaciones criminales llevaron a cabo motines en dos centros penales en el país, exigiendo una serie de demandas al gobierno. Las autoridades han respondido con firmeza, asegurando que no cederán ante estas acciones que buscan manipular la situación a su favor.

El ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, ha señalado que se han registrado “secuestros” dentro de las cárceles de Fraijanes y El Boquerón. A través de su cuenta en la red social X, enfatizó que la prioridad es la seguridad de los rehenes y la restauración del orden, reafirmando que no habrá concesiones a quienes intentan ejercer control a través del terror.

Jiménez describió estas acciones como "intentos desesperados" de los delincuentes, los cuales buscan atraer la atención sobre su situación y presionar al Estado para facilitar el traslado de líderes de bandas actualmente recluidos en una prisión de máxima seguridad, Renovación I.

El ministro fue claro al afirmar que no se producirá el traslado de estos líderes a otras instalaciones, asegurando que permanecerán en su ubicación actual, donde considera que son incapaces de dirigir actividades delictivas desde allí. Este enfoque promete una respuesta rígida ante los esfuerzos de las bandas por recuperar el control tanto dentro como fuera de las paredes de la prisión.