Una serie de ataques ha llevado a la suspensión temporal de las operaciones aéreas en cuatro aeropuertos de Moscú, la capital de Rusia.

MADRID, 21 de julio. En un intento por salvaguardar su espacio aéreo, las autoridades rusas han afirmado que lograron derribar alrededor de 75 drones que, según dijeron, fueron lanzados por el Ejército ucraniano. De estos, 15 estaban dirigidos específicamente hacia Moscú, lo que obligó a frenar brevemente los vuelos en la región.

El Ministerio de Defensa de Rusia mencionó en un comunicado a través de Telegram que sus sistemas de defensa lograron abatir un total de 74 drones, de los cuales 23 fueron interceptados en la región metropolitana de Moscú, destacando que 15 de ellos se dirigían directamente hacia la ciudad.

Además, informaron que otros catorce drones fueron destruidos en la región de Kursk, con más derribos en Rostov (doce), Briansk (diez), Kaluga (diez), Tula (cuatro) y Lípetsk (uno). Hasta el momento, no se han reportado víctimas o daños materiales derivados de estos incidentes.

Como respuesta a estas amenazas, la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsia) estableció restricciones a las operaciones en los aeropuertos de Sheremetyevo, Vnúkovo, Domodedovo y Zhukovski. Sin embargo, estas limitaciones fueron levantadas poco después, permitiendo la reanudación de los vuelos.

El portavoz de Rosaviatsia, Artem Korenyako, confirmó a través de Telegram que "las restricciones de entrada y salida han sido eliminadas". Afirmó que las medidas fueron adoptadas con el fin de garantizar la seguridad en el aire, aunque no se proporcionaron más detalles sobre los incidentes recientes.