24h España.

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El primer ministro japonés reafirma su postura y descarta renunciar a pesar de las dificultades que enfrenta el PLD en las elecciones al Senado.

El primer ministro japonés reafirma su postura y descarta renunciar a pesar de las dificultades que enfrenta el PLD en las elecciones al Senado.

Un giro trascendental se está gestando en la política japonesa, donde las últimas proyecciones electorales sugieren un descalabro significativo para el partido que actualmente gobierna, el Partido Liberal Democrático (PLD). Este contexto se complica aún más por el ascenso de la ultraderecha, representada por el partido Sanseito, que podría cambiar el rumbo de la nación.

El primer ministro Shigeru Ishiba ha declarado su compromiso de continuar en el cargo, incluso ante lo que promete ser una jornada electoral desalentadora para su partido. Las proyecciones apuntan a que el PLD podría perder su anhelada mayoría en el Senado, lo que representa una crisis institucional sin precedentes, ya que han visto una disminución significativa de su poder, tras haber también perdido la mayoría en la cámara baja el año pasado.

A pesar de la grave situación, Ishiba se mantiene firme y ha optado por no presentar su renuncia, reconociendo la seriedad del momento. Durante una reciente entrevista con la cadena NHK, enfatizó la necesidad de aceptar la realidad política con integridad y humildad, consciente de las responsabilidades que conlleva liderar el partido mayoritario en el país.

En este crítico contexto, destacó que su prioridad inmediata es finalizar un acuerdo comercial con Estados Unidos antes del 1 de agosto. Esta fecha es crucial, ya que el presidente Trump ha advertido sobre la imposición de nuevos aranceles en caso de no alcanzar un entendimiento satisfactorio.

En este panorama cambiante, el partido ultraderechista Sanseito, que ha emergido en gran parte durante la pandemia y ha ganado visibilidad a través de plataformas digitales, podría superar las expectativas iniciales. Las proyecciones sugieren que podrían conseguir más de 20 escaños, superando los pronósticos anteriores, lo que podría consolidar su posicionamiento en el complejo entramado político japonés.