En una mañana marcada por la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante el Congreso, se destacó su llamado a los grupos políticos para poner fin a la creciente crispación que ha invadido las Cortes Generales.

Con un tono conciliador, Sánchez instó a debatir, discrepar y criticar los argumentos con cortesía parlamentaria, alejándose de la mentira y el insulto que han contaminado el ambiente político.

Entre los temas a tratar durante la sesión se encuentran el último Consejo Europeo, la situación en Oriente Medio y la polémica denuncia contra su esposa, Begoña Gómez, por sus actividades profesionales.

Utilizando una metáfora futbolística, el presidente pidió a los grupos políticos que practiquen el juego limpio, centrándose en la discusión de ideas y no en atacar a los miembros del equipo contrario. Ante el murmullo provocado en la bancada de la oposición, Sánchez expresó su desconcierto por las reacciones que sus palabras generaron.