En un trágico episodio de violencia, la ciudad de Chicago ha registrado, durante el pasado fin de semana, la muerte de al menos siete personas y ha dejado a 47 más heridas debido a varios tiroteos. Así lo informaron las autoridades locales en una rueda de prensa ofrecida este lunes.

Según la policía de Chicago, un total de 54 personas se vieron involucradas en estos incidentes violentos que se desarrollaron en un corto lapso de 48 horas. De ese número, siete personas han perdido la vida. Hasta el momento, no se han realizado arrestos relacionados con estos acontecimientos, tal como fue reportado a la cadena de noticias ABC.

Los hechos violentos coinciden con una reciente propuesta de la Administración de Donald Trump, que sugirió implementar un operativo similar al que se llevó a cabo en Washington D.C. Este plan determinó el despliegue de la Guardia Nacional en la capital con el alegato de combatir el delito, que resultó en más de 700 detenciones. Trump describió a Chicago como un lugar en crisis en una declaración hecha desde la Casa Blanca.

El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, ha actuado rápidamente, firmando una orden ejecutiva que prohíbe cualquier colaboración entre los departamentos de la ciudad y las fuerzas federales en caso de que se considere un despliegue militar. Johnson deja claro que esto incluye desde la policía hasta el área legal de la administración.

"La importancia de esta orden ejecutiva radica en que somos conscientes de que este presidente está actuando fuera del marco constitucional", declaró Johnson ante los medios tras la firma del documento.

El alcalde ha expresado su firme oposición a la militarización de la ciudad, advirtiendo que esta podría ocurrir en un plazo inferior a una semana. Su decreto resalta de manera contundente que el presidente no podrá interferir ni transferir responsabilidades a la policía de Chicago.

Por su parte, el gobernador demócrata de Illinois, JB Pritzker, ha manifestado su rechazo al plan propuesto por Trump de desplegar la Guardia Nacional en Chicago, afirmando que "no hay ninguna emergencia que justifique que el presidente de los Estados Unidos envíe tropas desde otros estados o a militares activos a nuestras propias calles". Este mensaje se emitió hace unos días, subrayando la firme postura de los líderes estatales ante la creciente violencia en la ciudad.