El 21 de abril en Madrid, la reconocida gimnasta estadounidense Simone Biles celebró con entusiasmo su reciente victoria al recibir el prestigioso galardón Laureus, un reconocimiento que subraya su destacada actuación en los Juegos Olímpicos de París. Este logro llega tras un arduo viaje de reconstrucción personal y recuperación mental después de sus difíciles experiencias en Tokio tres años atrás. Biles, quien todavía considera su futuro en la competición para Los Ángeles 2028, se enfoca primero en su bienestar.
“Lo primordial para mí fue asegurarme de que mi salud mental estuviera en el mejor estado posible. Ir a París fue como un respiro, pues había entrenado intensamente durante un largo periodo. Estoy muy emocionada de estar aquí en Madrid y recibir un premio tan importante para el deporte. Este reconocimiento pone a la gimnasia en el centro de atención, incluso en un año sin Juegos Olímpicos”, expresó Biles con una sonrisa tras recibir el Laureus como la 'Mejor Deportista' de 2024.
Simone fue el centro de la atención mediática en la capital francesa, no solo por sus logros deportivos, sino también por su valiente decisión de priorizar su salud mental. “El trabajar en mi salud mental ha sido una de las partes más desafiantes, ya que mostrar vulnerabilidad es complicado. Asistir a terapia semanalmente, y continuar haciéndolo, ha sido una lucha intensa. Entender que este viaje puede no ser lineal, con altibajos, y que quizás esté en terapia por el resto de mi vida, es parte de lo que he aprendido a apreciar”, reflexionó.
En cuanto a sus planes futuros, Biles es cautelosa. “A día de hoy, estoy centrada en mi recuperación, tanto física como mental, después de haber hecho sacrificios significativos. Disfruto de este tiempo para descansar antes de decidir si regresaré al gimnasio y competiré nuevamente”, manifestó. Se mostró consciente de la enormidad del compromiso que representa volver a la competición, especialmente con las próximas Olimpiadas en suelo estadounidense.
El evento fue también una oportunidad para que Biles elogiara a su competidora brasileña, Rebeca Andrade, quien fue galardonada con el Laureus al 'Mejor Regreso'. “Rebeca es una atleta impresionante y extraordinaria. Lo que ha superado es realmente inspirador. Su espíritu competitivo me empuja a mejorar constantemente, y aunque ha enfrentado importantes lesiones, sé que tiene el potencial de brillar con tantas medallas como antes. Brasil tiene una verdadera joya en su equipo”, destacó.
Biles, quien ha mantenido su pasión por la gimnasia, resalta la belleza de este deporte en su capacidad para contar historias a través del movimiento. “Es un arte que sigue evolucionando. Siempre he sentido una profunda conexión con la gimnasia y deseo que las futuras generaciones también encuentren esa pasión”, agregó en un tono motivador.
Dirigiéndose a los jóvenes deportistas, animó a perseguir sus sueños. “Primero sueguen en grande, y luego sueguen aún más grande. Nunca pensé que lograría lo que he alcanzado en mi carrera. El deporte femenino está en un momento clave y hemos avanzado mucho, demostrando que podemos aspirar a lo que deseamos. Nunca dejen que otros les digan que no pueden, porque son capaces”, enfatizó con determinación.
A pesar de su éxito, Biles es consciente de que mantenerse en la cima es un desafío continuo. “El esfuerzo por permanecer en lo alto es a menudo mayor que el que se requiere para llegar. Les diría que crean en sí mismos y se rodeen de personas que las apoyen”, concluyó.
Finalmente, Biles reflexionó sobre su rol como figura inspiradora. “Cuando comencé en este deporte, mi único objetivo era conseguir una beca para aliviar a mis padres de los gastos educativos. Nunca imaginé que podría llegar a ser una de las mejores en la disciplina. Agradezco cada momento de este viaje”, concluyó con sinceridad.
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