En una nueva entrega de El Hormiguero, Tamara Falcó ha sorprendido una vez más con su naturalidad y sentido del humor. La Marquesa de Griñón confesó haber ido a una playa nudista por error en dos ocasiones, una de ellas cuando era solo una niña acompañada por su hermano Enrique, quien gritaba desesperado: "¡Tápate los ojos!"

En otra ocasión, Tamara se vio en un chiringuito nudista en un apartamento de playa, donde aprendió que no todos comparten la misma idea estética de la depilación. La espontaneidad y las anécdotas divertidas no faltaron en la intervención de Tamara en el programa.

Además de las divertidas vivencias en playas nudistas, Tamara compartió detalles sobre su vida en exclusivos ambientes, incluyendo pertenecer a un selecto club en el que su esposo Íñigo Onieva tuvo que pagar una considerable suma para unirse. En tono de broma, Tamara mencionó la norma del club de expulsar a Íñigo si llegaran a separarse, y sugirió que esta medida preventiva podría deberse a la "trayectoria emocional de los Preysler".