El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un giro significativo a las políticas comerciales del país tras anunciar el lunes que las importaciones de oro quedarán exentas de aranceles. Esta declaración llega después de que la semana pasada la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) sugiriera que los lingotes de oro de diversas medidas, incluyendo los de un kilo y 100 onzas, podrían ser sometidos a impuestos de importación, generando preocupación en la industria.

La noticia sobre la posible imposición de aranceles había sorprendido a los analistas del sector, quienes preveían una clasificación aduanera que permitiría la entrada del oro sin costo adicional. Esta incertidumbre provocó un notable aumento en el precio de los futuros del oro en los mercados estadounidenses el pasado viernes, revelando la sensibilidad del mercado a las decisiones gubernamentales.

De acuerdo con informaciones publicadas por Bloomberg, un funcionario de la Casa Blanca había mencionado la posibilidad de que se emitiera una nueva directiva para clarificar el estatus de los lingotes de oro frente a los impuestos. Finalmente, Trump se pronunció de manera clara en su red social Truth Social, asegurando: “¡El oro no estará sujeto a aranceles!”

La eventual implementación de aranceles habría tenido repercusiones significativas en el mercado global del oro y podría haber afectado la dinámica de los contratos de futuros en Estados Unidos. La importancia de esta decisión radica en que los lingotes de un kilo son los más comercializados en el mercado de Comex y representan una porción importante de las exportaciones de Suiza a Estados Unidos.

Las relaciones comerciales entre EE. UU. y Suiza han estado tensas recientemente, especialmente tras la imposición de un arancel del 39% a diversas importaciones suizas, incluido el oro. Esta nueva política podría representar un alivio temporal para el comercio de metales preciosos en un clima donde las tensiones comerciales son palpables.