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TS otorga pensión de viudedad a pareja no registrada impedida de casarse por la pandemia.

TS otorga pensión de viudedad a pareja no registrada impedida de casarse por la pandemia.

En una decisión histórica, la Sala Cuarta del Tribunal Supremo (TS) ha otorgado el derecho a la pensión de viudedad a una persona que formaba una pareja de hecho no registrada. Esta resolución se ha dado en un contexto extraordinario, ya que el solicitante no pudo formalizar su matrimonio debido al estado de alarma declarado por la pandemia de covid-19.

El TS ha resaltado que la pareja había compartido una vida en común durante más de 20 años, un tiempo que se traduce en un compromiso profundo a pesar de no estar inscrita formalmente como pareja de hecho. Ambos aspiraban a casarse y ya habían comenzado los procedimientos legales para hacerlo. No obstante, el 11 de marzo de 2020, el Registro Civil Único de Madrid había emitido una autorización para el matrimonio que, lamentablemente, se vio truncada por el confinamiento impuesto el 14 de marzo a causa de la crisis sanitaria.

El tribunal también ha subrayado que la pareja no pudo continuar con el proceso de matrimonio, ya que la mujer enfermó y falleció el 30 de mayo de 2020. Esta situación ha llevado al Tribunal a considerar que, a pesar de no haberse celebrado la boda, la duración de su convivencia y su compromiso mutuo deben ser valorados en este contexto.

La sentencia hace hincapié en la necesidad de adoptar una "interpretación tuitiva, flexible y finalista" de las regulaciones de la Seguridad Social, buscando adaptarse a las realidades sociales contemporáneas. De este modo, se ha tenido en cuenta no solo la prolongada convivencia de la pareja, que se extendió ininterrumpidamente hasta el fallecimiento de la mujer, sino también el hecho de que ambos habían cumplido con los requisitos legales necesarios para su enlace.

El fallo refleja un entendimiento comprensivo de la situación, reconociendo que la celebración del matrimonio no se llevó a cabo "no por falta de voluntad de los contrayentes", sino por las adversidades impuestas por el estado de alarma y el confinamiento. Esta interpretación abre un camino para que otros casos similares también sean valorados con equidad y humanidad, teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales que enfrentamos todos en tiempos de crisis.