En una escalada significativa en el conflicto que comenzó en 2022, Ucrania ha llevado a cabo ataques con drones en la capital rusa, Moscú, por segunda noche consecutiva. Hasta el momento, no se han reportado víctimas o daños materiales, lo que sugiere un intento de Ucrania de mostrar su capacidad ofensiva frente a la agresión continuada de Rusia.

El Ministerio de Defensa de Rusia comunicó en su cuenta de Telegram que, durante la madrugada del martes, sus fuerzas lograron derribar 17 drones ucranianos, de los cuales uno cayó en la región de Moscú y trece fueron interceptados en la vecina Kaluga. Además, se reportaron otros tres interceptados en Briansk, lo que indica el alcance de los esfuerzos defensivos rusos ante estas incursiones.

El alcalde de Moscú, Sergei Sobianin, confirmó que los equipos de emergencias fueron desplegados para investigar el lugar donde un dron fue abatido por el sistema de defensa aérea, aunque no proporcionó detalles sobre el incidente. El silencio en torno a las condiciones resultantes de estos ataques continúa generando especulaciones sobre la efectividad de las defensas rusas.

Este último ataque se produce justo un día después de que el gobierno ruso anunciara la interceptación de cerca de 200 drones, de los cuales aproximadamente 35 estaban dirigidos hacia Moscú. A pesar de la magnitud de estos eventos, ambas partes se mantienen cautelosas en sus declaraciones respecto a posibles pérdidas materiales o humanas en la capital rusa.