Los Estados miembros de la Unión Europea han aprobado sancionar a siete individuos moldavos que han sido acusados de varias actividades desestabilizadoras. La UE sostiene que cinco de ellos han llevado a cabo maniobras para desestabilizar Moldavia, mientras que al resto se les responsabiliza de apoyar la guerra de agresión rusa contra Ucrania.

Estas medidas, que llegan justo un día antes de la cumbre de la Comunidad Política Europea en Chisinau, son una evidente señal del apoyo europeo frente a la invasión rusa de Ucrania, que afecta especialmente a Moldavia.

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha declarado que "Moldavia es uno de los países más afectados por las consecuencias de la invasión ilegal de Ucrania por Rusia. Hay intentos serios, crecientes y continuados de desestabilizar el país".

De esta manera, la UE lanza su régimen de sanciones adoptado el mes pasado para combatir a actores desestabilizadores de la democracia moldava. En particular, la UE impone restricciones al político y oligarca Ilan Shor, considerado el dirigente prorruso más significativo en Moldavia, cuya formación política SOR ha organizado protestas que han concluido con desórdenes públicos.

La UE imputa a Shor implicación en actividades de financiación ilegal de partidos políticos, incitación a la violencia contra la oposición política y la organización de provocaciones y disturbios durante protestas en Moldavia. Shor se encuentra en Israel después de haber sido condenado por un caso de fraude bancario en Moldavia a 15 años de prisión.

Los Veintisiete incluyen en su lista negra a otros miembros del partido de Shor, incluida la líder adjunta Marina Tauber y empresarios de nacionalidad rusa y moldava acusados de corrupción y de maniobras que perjudican a la democracia moldava para aumentar la influencia rusa.

Igualmente, dos políticos y empresarios moldavos son mencionados en el régimen de sanciones relativo a la invasión rusa de Ucrania, por sus acciones en apoyo a la ocupación de territorios ucranianos.

Este marco de sanciones busca frenar las interferencias externas en Moldavia, después de que el Gobierno liderado por Maia Sandu haya denunciado movimientos agitadores rusos dentro del país y en marzo hubiera detenido a miembros de un presunto grupo de "desestabilizadores" a sueldo de Moscú.