El próximo domingo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunirá en Escocia con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un encuentro marcado por la inminente expiración del ultimátum que Trump ha establecido para imponer aranceles, programados para entrar en vigor el 1 de agosto, sobre productos europeos.

Von der Leyen ha anunciado esta reunión después de una conversación telefónica “constructiva” con Trump, donde ambos líderes acordaron que el diálogo se centraría en los lazos comerciales entre el continente europeo y Estados Unidos y en las estrategias para fortalecer dichas relaciones, según su declaración en la plataforma X.

Antes de su viaje, Trump expresó su confianza en que la Unión Europea tiene una “oportunidad inmejorable” para llegar a un acuerdo comercial antes de que se cumpla el plazo del 1 de agosto. Durante una rueda de prensa, enfatizó que existen importantes sumas de dinero en juego, insinuando el impacto económico potencial de un acuerdo.

Por su parte, Olof Gill, portavoz de Comercio de la Comisión Europea, destacó que se están llevando a cabo intensas negociaciones tanto a nivel técnico como político, sugiriendo que un acuerdo comercial podría estar más cerca de lo que parece, algo que muchos en Bruselas consideran necesario.

No obstante, es importante recordar que tras recibir el ultimátum de Trump el 13 de julio, Von der Leyen ya había anticipado medidas de respuesta, aunque decidió suspenderlas temporalmente hasta el 1 de agosto, concediendo así una oportunidad para la negociación.

Además, la Unión Europea ha preparado medidas de represalia por un valor aproximado de 93.000 millones de euros en importaciones desde Estados Unidos, listo para activarse inmediatamente si las negociaciones no resultan exitosas. Aunque inicialmente solo se implementarían algunas de estas medidas a partir del 7 de agosto, el resto se activaría en fases posteriores, previstas para septiembre de este año y febrero de 2026.