
En un contexto donde los incendios forestales se han convertido en una problemática recurrente, la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Cocinas y Chimeneas (AEFECC) ha salido en defensa de la gestión sostenible de los bosques. Según la organización, una correcta utilización de la biomasa en regiones con alta probabilidad de incendios podría disminuir la superficie afectada en hasta un 60%.
AEFECC explicó en un reciente comunicado que la extracción de la biomasa residual no solo ayuda a balancear el ecosistema, sino que también puede convertirse en una solución energética limpia y económica. Este recurso forestal tiene un gran potencial como fuente de energía térmica, representando una alternativa viable a los combustibles fósiles que han dominado nuestro panorama energético.
En su argumento, la asociación subraya el impacto positivo que tiene la limpieza de bosques y la revalorización del sobrante forestal. Estas acciones permitirían controlar mejor los grandes incendios, que en épocas recientes han devastado extensas áreas en España. A pesar de ser el tercer país con mayor cobertura forestal en Europa, solo estamos en la novena posición en el uso de estos valiosos recursos, lo que sugiere una gran oportunidad de mejora.
El presidente de AEFECC, Carlos Oliván, enfatizó que utilizar la madera sobrante como un combustible natural no solo es rentable, sino que también facilitaría el aumento de la masa boscosa en un ciclo sostenido de captura de dióxido de carbono. Al reducir la biomasa acumulada –como leña y ramas– se favorece la regulación ecológica y se limita la propagación de incendios, puesto que queda menos material inflamable disponible.
La asociación también estima que incrementar el uso de calefacción con biomasa hasta un 18% en hogares unifamiliares —casi 1,4 millones de hogares— podría traducirse en un ahorro significativo de cerca de 500 millones de euros al año, además de acercarnos a las metas ambientales para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir nuestra dependencia energética.
Oliván instó a la Comisión Europea a valorar la importancia del sector de la biomasa como clave para lograr la soberanía energética y el proceso de descarbonización en el continente. Como caso ejemplar, mencionó a Francia, donde la energía derivada de la biomasa representa el 60% del calor renovable disponible.
Por último, el presidente de AEFECC reafirmó que una administración forestal adecuada se presenta como una aliada del medio ambiente y no como un adversario. Aseguró que no se trata de talar bosques para generar energía; se trata de gestionarlos de manera responsable y de aprovechar otros subproductos de la industria maderera. Este enfoque no solo ayuda a mitigar incendios forestales, sino que también promueve una mejor absorción de CO2, apoya las economías locales y protege la biodiversidad.
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