24h España.

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Volvo Cars reporta pérdidas de 558 millones de euros en la primera mitad del año debido a la caída en ventas vinculada a aranceles.

Volvo Cars reporta pérdidas de 558 millones de euros en la primera mitad del año debido a la caída en ventas vinculada a aranceles.

En un complicado primer semestre de 2025, el renombrado fabricante automovilístico sueco Volvo Cars informó sobre una pérdida neta de 6.318 millones de coronas suecas, equivalentes a aproximadamente 558 millones de euros, un giro drástico en comparación con las ganancias de 9.241 millones de coronas suecas reportadas en el mismo periodo del año anterior.

Este desfavorable balance ha sido atribuido a la disminución en la demanda de sus vehículos en el mercado estadounidense, reflejando las repercusiones de las políticas arancelarias implementadas durante la administración de Donald Trump. El CEO de la compañía, Hakan Samuelsson, señaló que las presiones del entorno macroeconómico y la feroz competencia están afectando tanto la producción como la rentabilidad del sector automotriz en su conjunto.

En términos de pérdidas operativas, la compañía registró un Ebit negativo de 7.129 millones de coronas suecas, en contraste con los beneficios del mismo momento del año pasado. Esta caída ha llevado a un margen de Ebit negativo del 4,5%, lo que evidencia la complejidad del panorama financiero que enfrenta Volvo.

Respecto a su facturación, Volvo Cars reportó ingresos de 176.440 millones de coronas suecas (15.600 millones de euros), representando una disminución del 9,7% en comparación con el primer semestre de 2024. Las cifras de ventas también revelan un descenso, con 353.780 unidades vendidas a nivel global, lo que refleja una baja del 9% frente al mismo periodo del año anterior.

El desempeño en los mercados europeos ha sido desalentador, con una caída del 12% en las entregas, alcanzando las 169.900 unidades. Sin embargo, en Estados Unidos, la marca experimentó un pequeño respiro, aumentando sus ventas en un 6% hasta alcanzar las 64.700 unidades.

China, otro de sus mercados clave, también vio una reducción en las ventas del 10%, con un total de 70.500 unidades. A medida que la empresa navega por estas aguas turbulentas, se ha delineado una estrategia centrada en la reducción de costes y la reubicación de la fabricación para minimizar el impacto de los aranceles.

Este plan estratégico incluye un ambicioso recorte de costes de aproximadamente 8.000 millones de coronas suecas, así como una reducción adicional de 10.000 millones de coronas suecas mediante inversiones más eficientes. Además, Volvo ha anunciado su intención de reducir su plantilla en unos 3.000 puestos de trabajo para el próximo año.

“Hemos puesto en marcha un plan de recuperación que abarca 18.000 millones de coronas suecas. Aunque sus efectos completos no se harán evidentes hasta 2026, ya estamos observando cambios positivos”, concluyó Samuelsson, enfatizando que la dirección futura de Volvo Cars se fundamentará en la rentabilidad, la electrificación y la regionalización. Esta es una encrucijada crítica que podría redefinir el futuro de la marca en un entorno automotriz en rápida evolución.