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270 personas mueren de hambre en Tigray mientras se denuncian desvíos de ayuda en Etiopía.

270 personas mueren de hambre en Tigray mientras se denuncian desvíos de ayuda en Etiopía.

Las autoridades interinas de la región etíope de Tigray han confirmado que ya son 270 las personas que han muerto a causa del hambre en los últimos tres meses. Esta crisis se suma a la compleja situación que vive la región, marcada por la guerra entre el Ejército y el Frente Popular para la Liberación de Tigray. Además, se han denunciado desvíos de ayuda humanitaria entregada por organismos internacionales para afrontar esta crisis.

Teklay Gebremedhin, administrador interino de la Zona Noroeste de la región, ha afirmado que alrededor de cien personas han muerto en campamentos de desplazados internos, mientras que el resto son residentes en aldeas de la zona. "Las cosas están empeorando. La gente muere cada día", ha afirmado el administrador.

Por su parte, la administradora interina en la Zona Oriental de Tigray, Shushay Meresa, ha confirmado que otras 15 personas, entre ellas dos niños, han muerto de hambre en los distritos de Hauzen e Irob. La situación de los residentes locales y de los desplazados es muy delicada, y muchos tienen que pedir limosna con sus niños.

La situación es alarmante, y las autoridades han denunciado que el hambre y las muertes a causa de ella están empeorando debido a la suspensión de la entrega humanitaria. A pesar de esto, las autoridades han afirmado que están trabajando duro para concluir cuanto antes las investigaciones sobre el desvío de ayuda humanitaria.

La semana pasada se registraron diversas protestas en las que participaron decenas de miles de desplazados, reclamando a las organizaciones no gubernamentales y al Gobierno central que trabajen para retomar la entrega de ayuda y faciliten el retorno a sus hogares a los que tuvieron que huir de ellos a causa de la guerra.

El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del Frente Popular para la Liberación de Tigray contra la principal base del Ejército etíope, situada en Mekelle. Desde entonces, la región vive una situación muy complicada, que ha dejado entre 100.000 y 600.000 muertos, según diferentes estimaciones.