El presidente estadounidense, Donald Trump, ha generado expectativas en el sector automotriz al considerar la posibilidad de establecer exenciones a los aranceles impuestos sobre vehículos y sus componentes importados. Esta idea ha sido bien recibida por los mercados europeos, donde las acciones de las principales automotrices han mostrado un repunte significativo.
En Milán, las acciones de Stellantis, conocido por su amplia gama de marcas, lideraron el alza con un aumento del 4,94%, cotizando a 8,2 euros a mediodía. Esta compañía ha sentido de manera particularmente severa el impacto de las tarifas impuestas por la administración Trump, debido a que sus piezas son esencialmente transportadas entre México y Canadá en varias ocasiones antes de llegar a su destino final en Estados Unidos.
Del mismo modo, BMW y Volkswagen han experimentado un impulso en sus acciones, con incrementos del 2,83% y 2,43% respectivamente en Frankfurt. BMW llegó a los 70,60 euros por título, mientras que Volkswagen alcanzó los 89,48 euros. Ambas empresas producen varios modelos y componentes al sur de la frontera estadounidense, dependiendo de importaciones para satisfacer la demanda en el mercado norteamericano.
Otro fabricante notable, Mercedes-Benz, también ha visto un ligero aumento en sus acciones, que crecieron un 2,31% hasta los 50,40 euros. Por su parte, Porsche, aunque ha reportado una caída en sus ventas recientes, experimentó un leve repunte con un aumento de 1,76%, valorando sus acciones en 33,51 euros.
En París, Renault Group, que tiene menor exposición al mercado de Estados Unidos, registró un crecimiento del 1,67%, alcanzando los 44,48 euros por acción. Esto demuestra que el alivio potencial en aranceles podría tener un impacto positivo más amplio en el sector europeo.
Durante una declaración en el Despacho Oval, Trump comentó su intención de explorar alternativas que facilitarían el establecimiento de las empresas automotrices en Estados Unidos, sugiriendo que se necesita más tiempo para que los fabricantes adapten su producción y abastecimiento localmente. “Estoy considerando una solución para ayudar a las empresas automotrices con esto”, afirmó, refiriéndose a la necesidad de facilitar la transición hacia la producción interna.
Mientras estas declaraciones pueden ofrecer cierto alivio a los fabricantes que se han visto afectados por las tarifas, también generan un incremento en la incertidumbre acerca de la dirección futura de las políticas comerciales. Actualmente, la administración ha establecido un arancel del 25% sobre los automóviles, junto con tarifas sobre componentes que tienen previsto entrar en vigor antes del 3 de mayo.
Es importante mencionar que Trump ya ha incluido exenciones en sus aranceles que permiten a los vehículos que cumplen con los requisitos del T-MEC, acuerdo comercial firmado con Canadá y México, beneficiarse de ciertos requisitos de contenido nacional.
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