Albares afirma que 20 naciones apoyan la oficialidad del catalán y cuestiona la base legal del veto.
En Madrid, el 27 de mayo, se están dando pasos significativos hacia la inclusión del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales en la Unión Europea. José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, ha anunciado que un total de 20 países apoyan esta iniciativa o no presentan objeciones, mientras que está en proceso de diálogo con otros siete que expresan dudas sobre aspectos financieros y legales.
Durante una intervención en 'TV3', que fue recogida por Europa Press, Albares reveló que en el reciente Consejo de Asuntos Generales realizado en Bruselas, se identificaron 20 naciones dispuestas a avanzar en la propuesta. No obstante, los siete países restantes aún consideran que se requiere más análisis sobre las implicaciones económicas y jurídicas del asunto.
El ministro aclaró que no fue decisión del gobierno español retirar el punto de la agenda, sino que la actual presidencia polaca optó por posponer la discusión al percibir que no se contaba con la mayoría necesaria para avanzar en la inclusión de estas lenguas cooficiales en el marco lingüístico europeo. “El tema continúa en la mesa, con el objetivo de alcanzar la unanimidad”, aseguró.
En su búsqueda de apoyo, Albares se comunicará desde esta tarde con los representantes de los países que aún tienen reservas, un esfuerzo similar al que se ha llevado a cabo en los últimos meses con otros aliados. Su propensión al diálogo busca aclarar las inquietudes que puedan existir sobre la propuesta.
El gobierno también ha reiterado su compromiso al remitir una carta donde se responsabiliza de los costos asociados a la incorporación de estas tres lenguas en el marco de la UE. Un informe de la Comisión Europea estimó que esta inclusión podría implicar un gasto de aproximadamente 132 millones de euros anuales, aunque se precisa que esa cifra no es definitiva, sino una aproximación basada en la inclusión del gaélico, la lengua más reciente en añadirse.
Respecto a los aspectos jurídicos, Albares defendió que ya se había producido un “informe muy sólido” que demuestra la total compatibilidad de la propuesta con los tratados existentes. Argumentó que la opinión de los servicios legales del Consejo no es más que una opinión adicional que debe ser considerada.
Finalmente, el ministro destacó que, en lo que respecta a las lenguas oficiales, “los tratados especifican claramente que se requiere una decisión unánime por parte del Consejo”. Albares reafirmó el compromiso del Gobierno español, enfatizando que “no vamos a renunciar” y afirmando su convicción de que este proceso es ya “irreversible”, subrayando que no se trata de una demanda “extravagante”, puesto que naciones como Malta o Irlanda también reconocen múltiples lenguas en el ámbito de la UE.
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