El 15 de junio, desde Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, se comunicó telefónicamente con su colega iraní, Abbas Araqchi, para discutir las tensiones recientes entre Irán e Israel. Durante la conversación, se planteó la crítica situación de seguridad que afecta al personal diplomático español y a otros ciudadanos que se encuentran en Irán.

La escalada se produjo el viernes cuando Israel llevó a cabo una operación militar centrada en el territorio iraní, apuntando a sus instalaciones nucleares y áreas pobladas. Esta agresión fue rápidamente respondida por Teherán con ataques aéreos dirigidos hacia Tel Aviv y sus alrededores. Este episodio se ha convertido en el enfrentamiento más grave en la historia reciente entre ambos países, generando preocupaciones sobre el potencial crecimiento de la violencia en la región, exacerbado por la contienda en Gaza.

En este complicado escenario, Albares destacó la importancia de la seguridad de los diplomáticos españoles y la comunidad en Irán en un mensaje compartido a través de la red social X. Su enfoque ha sido el de transmitir un compromiso claro con la protección de estas comunidades.

"La labor de España se centra en la contención y la desescalada de las tensiones. La única salida viable es recurrir a la diplomacia y a la negociación. Oriente Medio clama por una paz duradera y estabilidad," afirmó el ministro, quien el pasado sábado ya había sostenido importantes diálogos con sus homólogos de Palestina, Jordania, Líbano, Egipto y Arabia Saudí, con el objetivo de buscar una solución al conflicto.