En un tenso intercambio en las redes sociales, la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha confrontado al presidente aragonés Jorge Azcón por sus comentarios considerados machistas. La polémica surgió tras una invitación de Azcón a Alegría para que recordara momentos vividos en el Parador de Teruel junto al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y su exasesor Koldo García.

Este cruce de declaraciones tuvo lugar después de que Alegría, en una entrevista, afirmara que la dimisión de la exdiputada del PP, Noelia Núñez, se debió a que "la han pillado con el carrito del helado", insinuando que no actuó con la responsabilidad adecuada. En respuesta, Azcón criticó su postura y citó el caso de Pedro Sánchez, preguntando sobre la coherencia de la ministra en temas de ética política.

Alejándose del tono serio del debate, Alegría bromeó sobre la aparente falta de actualización de Azcón respecto a la dimisión de Núñez, sugiriendo que el presidente del PP ignoraba lo que sucedía en su propio partido. Asimismo, aprovechó para recordarle sus ausencias durante importantes alertas meteorológicas en Aragón, reforzando su crítica a su gestión.

La disputa escaló cuando Azcón defendió que, si bien sabía de la dimisión de Núñez, cuestionó el silencio de Sánchez ante otros escándalos. Alegría continuó atacando la falta de compromiso de Azcón con la situación crítica que enfrentan los aragoneses, instándole a priorizar los intereses de la comunidad sobre los de festivales y eventos vacacionales en tiempos de crisis.

En un intento de desviar la atención, Azcón apuntó que Alegría no tenía un conocimiento profundo de la realidad aragonesa, sugiriendo que debería visitar Teruel. De manera sarcástica, le pidió que recordara momentos “intensos” pasados con sus colegas en el parador, aludiendo a una fiesta que había tenido lugar en ese mismo lugar durante su mandato como delegada del Gobierno.

Ante las insinuaciones de Azcón, Alegría se mostró molesta y dejó claro que no toleraría comentarios de esa naturaleza, denunciando el machismo en sus palabras. Expresó su sorpresa ante el tipo de ataques que estaba recibiendo, evidenciando la gravedad de la situación en el contexto político actual.

No obstante, Azcón persistió en su crítica y acusó a Alegría de trivializar el machismo con acusaciones infundadas, destacando un incidente relacionado con una factura no aceptada en el ministerio de Ábalos. Esta dinámica de acusaciones ha puesto de relieve las tensiones no solo en términos de política, sino también en la forma en que se comunican ambos líderes dentro del espacio público.

A pesar de las constantes intervenciones de Azcón, Alegría reafirmó su posición, indicando que él mismo no era capaz de percibir la gravedad de la situación que estaba en discusión. En respuesta, Azcón se burló de su planteamiento, sugiriendo que la ministra intentaba eludir preguntas cruciales sobre la ética del presidente del Gobierno al repetir “mantras” a los que se ha acostumbrado en el debate político.