Antonio de la Torre y Bárbara Lennie, de buzos a narcotraficantes en 'Los tigres': "Creamos una sociedad desigual y clasista"
 
                                        El próximo 31 de octubre desembarcará en las salas de cine de España ‘Los tigres’, el último thriller del director Alberto Rodríguez, conocido por éxitos como ‘La isla mínima’ y ‘Modelo 77’. Con las actuaciones destacadas de Antonio de la Torre y Bárbara Lennie, la película explora la vida de dos hermanos dedicados al buceo profesional y aborda temas fundamentales como la precariedad laboral, las tentaciones del dinero fácil y el costo, tanto físico como emocional, de un empleo peligroso.
En una entrevista reciente con Europa Press, De la Torre comparte: "La precariedad ha aplastado la moral de muchos, y cuando la necesidad aprieta, se hace lo que sea necesario para sobrevivir". Su personaje, que considera el narcotráfico como una salida para resolver problemas familiares, ilustra cómo las situaciones económicas críticas pueden desdibujar los límites morales: "Esto me lleva a pensar que el capitalismo tiene una faceta de corrupción moral".
El actor, con dos premios Goya en su haber, relaciona esta crisis moral con el sistema que genera pobreza. "Las personas en situaciones vulnerables se ven obligadas a tomar decisiones difíciles debido a que en sus comunidades el desempleo alcanza cifras alarmantes", señala. Rodríguez, por su parte, observa cómo la atracción del mundo criminal promete una salida rápida: "La conexión entre la precariedad y el narcotráfico es notable; aunque parezca una opción sencilla, puede volverse aterradora".
A pesar de reconocer que estos caminos de moral dudosa pueden ser la única alternativa en situaciones límites, Rodríguez subraya que las decisiones personales también agravan la inestabilidad. El descontrol financiero del protagonista de ‘Los tigres’, quien no logra establecer relaciones sanas, es un claro ejemplo de esta dinámica: "Ve la vida como una aventura y eso lo ha llevado a una existencia complicada", explica el director.
Rodríguez describe a su personaje como un "ser medio anfibio": acertado bajo el agua, pero un verdadero desastre en la superficie. Lennie enfatiza la desigualdad entre el riesgo y la recompensa, abordando la injusticia y el clasismo que caracteriza el mundo laboral: "Es un trabajo mal pagado; arriesgan sus vidas cada vez que se sumergen", asevera la actriz, ganadora del Goya por ‘Magical Girl’.
Recordando sus investigaciones sobre el buceo, Rodríguez menciona: "El riesgo es elevado; he escuchado historias de buzos que han tenido encuentros cercanos con la muerte". La filmación involucró desafíos gigantescos, con inmersiones en alta mar, equipo pesado y protocolos meticulosos, llevando a un impacto físico y emocional en todo el equipo. De la Torre lo califica como "el rodaje más duro de nuestras carreras", mientras que Lennie revela que el estrés quedó marcado: "Estamos un poco traumatizados".
Aunque pudo haber surgido una pasión por el buceo, ambos actores admiten que las exigencias físicas fueron desalentadoras. De la Torre explica que algunas escenas requerían que permaneciera una hora en el agua, llevando el peso del equipo: "La fuerza mental fue crucial para no dejarse llevar por la ansiedad", concluye. Mientras compartían la experiencia, Lennie enfatiza su propia reserva: "Hubo días que no quería ni entrar al agua", comparando su ansiedad con la de un "tigre enjaulado".
Desde un enfoque técnico, Rodríguez señala el desafío de equilibrar la precisión del buceo industrial sin perder la atención del espectador: "Los procedimientos son complicados y deberían ser simplificados en la película", comenta, indicando que la planificación precisa es clave en el rodaje submarino. Sin embargo, reconoce que "lo que el mar decide es lo que realmente importa".
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