El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) ha planteado la necesidad de “ir reduciendo la restrictividad” en las políticas monetarias en un contexto global cada vez más complejo.
Durante la apertura del 29 Encuentro de Economía en S’Agaró, Girona, este viernes, la preocupación por las tensiones económicas estuvo al frente de su discurso. En compañía de destacadas figuras como el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, el vicepresidente advirtió sobre el riesgo de una posible guerra de aranceles en caso de que la nueva Administración de Donald Trump decida implementarlos.
En su intervención, el vicepresidente del BCE expresó su preocupación no solo por las posibles políticas arancelarias, sino también por las reacciones que estas podrían desencadenar en otros países. “Cuando uno decide aumentar los aranceles, debe estar consciente de que el país objetivo tiene la capacidad de responder, lo que podría resultar en un ciclo vicioso no deseado”, afirmó.
De Guindos enfatizó que una guerra comercial podría ser “extremadamente perjudicial” para el crecimiento de la economía global, un panorama que todos quisieran evitar.
Además, destacó que cualquier cambio en la política arancelaria provocaría alteraciones en los tipos de cambio, recordando que el euro ya se ha depreciado frente al dólar. Este fenómeno, según su análisis, podría mitigar los efectos negativos que una potencial subida de aranceles podría acarrear.
Por otra parte, hizo hincapié en la relevancia de estar alertas ante las políticas fiscales que la nueva administración estadounidense podría adoptar, ya que “Europa no puede considerarse completamente aislada” de la economía estadounidense, lo que podría impactar en los flujos de capital y la economía europea en general.
En relación con la política monetaria, de Guindos refrendó que la estrategia principal del BCE es ir suavizando las restricciones monetarias. Aunque evitó especular sobre las decisiones que podrían tomarse en la reunión del próximo 12 de diciembre, donde se espera que se anuncie una nueva reducción de tipos, mencionó que la inflación en la zona euro tiende a acercarse al objetivo del 2% a largo plazo.
El vicepresidente del BCE también recordó que el último índice de inflación en la zona euro se sitúa en un 2,3%, con un 2,7% en términos de inflación subyacente; sin embargo, alertó sobre el estancamiento de la inflación en el sector de los servicios, que permanece alrededor del 4%.
De Guindos se refirió a las incertidumbres geopolíticas y políticas del momento, resaltando que “en estos tiempos, es más necesaria que nunca una política europea de integración” para afrontar los desafíos que se presentan.
Por su parte, José Luis Bonet subrayó una preocupante paradoja: a pesar de que la economía española muestra signos de robustez, la desigualdad sigue creciendo, lo que exige la búsqueda de soluciones efectivas.
Anna Balletbò, por su parte, defendió la perspectiva positiva que representa Cataluña en el abarrotado panorama actual, aunque se lamentó por la continua degradación de la política a nivel español, que, según ella, se encuentra en un estado cada vez más crítico.
Por último, Jordi Juan también coincidió en mencionar la difícil situación de la política española, que se caracteriza por un incremento de la polarización y un deterioro general que afecta a todos los sectores de la sociedad, una situación que invita a la reflexión y la acción urgente.
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