El Tribunal Oral Federal 6 de Argentina ha dictado este miércoles una contundente sentencia en el caso del atentado contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, condenando a Fernando Sabag Montiel a una pena de diez años de prisión tras su intento de asesinato el 1 de septiembre de 2022, cuando disparó un arma a escasos centímetros de su rostro cerca de su hogar.

La juez Sabrina Namer, al frente del tribunal, encontró culpable a Sabag Montiel, quien ya cumplía una condena de cuatro años por pornografía infantil. La acusación de homicidio agravado por el uso de un arma en grado de tentativa fue confirmada, lo que eleva su condena total a catorce años, aunque se desestimaron agravantes de alevosía y violencia política solicitados por la Fiscalía, que pedía una pena de 15 años de prisión.

Sabag Montiel confesó previamente su intención de acabar con la vida de la exmandataria, a quien calificó de “ladrona, asesina y corrupta”. Su juicio comenzó en junio de 2024, y aunque su defensa alega la fabricación de pruebas en su contra, las afirmaciones han sido ampliamente rechazadas por el tribunal.

En un particular giro del juicio, el acusado comparó su situación con el caso del fiscal Alberto Nisman, quien se suicidó en circunstancias misteriosas después de denunciar a Kirchner por un encubrimiento relacionado con el atentado a AMIA en 1994. Esta comparación ha generado una fuerte polémica en el contexto de la narrativa política en Argentina.

La sentencia completa se anunciará el 9 de diciembre, y se revelará más información sobre el papel de Sabag Montiel, quien, como parte de un grupo callejero conocido como “Los Copitos”, vendía algodón dulce en las inmediaciones de escuelas antes del ataque.

Las investigaciones indican que Sabag Montiel había estado en el barrio de Recoleta en Buenos Aires días previos al atentado. Aunque la pistola que utilizó estaba en buen estado, ningún cartucho llegó a entrar en la recámara al momento de disparar.

Además, Brenda Uliarte, la exnovia de Sabag Montiel y quien ha sido acusada de ser cómplice en el ataque, recibió una condena de ocho años de prisión, aunque la Fiscalía había solicitado una pena mayor de catorce años y medio por tentativa de homicidio agravado. Mensajes encontrados revelaron su intencionalidad de atacar a la expresidenta durante una manifestación masiva que tuvo lugar cerca de su hogar.

Un tercer implicado en el caso, Nicolás Carrizo, quien lideraba el grupo de Sabag Montiel y Uliarte, ha sido absuelto tras la retirada de las acusaciones en su contra por parte de la Fiscalía.

Este juicio ocurre en un contexto de crecientes tensiones políticas en Argentina, donde la defensa de la expresidenta enfrenta serias acusaciones de corrupción. De hecho, días antes del fallo, la Justicia determinó archivar la causa contra el exdiputado Gerardo Milman, quien fue vinculado al atentado, lo que ha despertado tiroteos de controversia y recriminaciones en el panorama político argentino.

Uliarte había afirmado que Milman, cercano a la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, estaba supuestamente “financiando” acciones para incitar a la violencia contra Kirchner, evidenciando así el enrarecido clima de confrontación política que prevalece en el país.