
En la mañana del 9 de junio, las acciones de Duro Felguera experimentaron un notable incremento del 18% en la bolsa, al acercarse la fecha límite para la posible extensión de su preconcurso de acreedores, que se encuentra fijado para este próximo 12 de junio. La compañía asturiana se encuentra en la búsqueda de un acuerdo crítico con sus acreedores para poner fin a la incertidumbre que rodea su situación económica.
Las acciones de la empresa de ingeniería, que alcanzaron un precio de 0,2245 euros por unidad, reflejan el optimismo del mercado ante la posibilidad de que se solicite una prórroga del preconcurso, una medida que ya había sido aplazada en marzo, según han indicado diversas fuentes locales.
Duro Felguera solicitó el preconcurso de acreedores el pasado 11 de diciembre en los Juzgados de lo Mercantil de Gijón, con el objetivo de abrir un proceso de negociación que le permita formular un plan de reestructuración y asegurar la viabilidad de la empresa, priorizando la conservación de los empleos.
En los últimos seis meses, la directiva de Duro Felguera ha mantenido un constante diálogo acerca de la crisis que enfrenta la firma. Las diversas propuestas para abordar esta situación incluyen la posibilidad de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) convierta parte de la deuda en acciones de la compañía asturiana.
Esto implicaría que el Gobierno, mediante su entidad pública, capitalizaría 120 millones de euros que fueron otorgados a Duro Felguera durante la pandemia, lo que le otorgaría mayor control sobre la empresa.
Además, los principales socios, las empresas mexicanas Prodi y Mota-Engil México —que tienen representación en el consejo— han explorado la opción de que Duro Felguera considere la solicitud de un concurso de acreedores de manera directa.
A pesar de los esfuerzos, Duro Felguera reportó pérdidas netas de 98,3 millones de euros durante 2024, lo que representa un incremento del 36% en comparación con el año anterior, cuando las pérdidas ascendieron a 72,2 millones.
La compañía ha convocado su junta general de accionistas para el 27 de junio, programada para dieciséis días después de que se resuelva su situación concursal.
Durante esta reunión, se buscará otorgar al consejo de administración la facultad de cubrir los cargos vacantes de su estructura directiva, estableciendo un máximo de 10 miembros en este órgano.
No obstante, la situación se complica, ya que se ha informado que la SEPI podría no estar dispuesta a capitalizar la deuda y que los accionistas mayoritarios han mostrado resistencia a realizar nuevas inversiones a pesar de que las negociaciones están en curso.
Por otro lado, en abril, Duro Felguera anunció la firma de un memorando de entendimiento con Sonelgaz Production d'Electricité (SPE) para resolver de manera amistosa el conflicto por el proyecto de Djelfa en Argelia, un contrato que había quedado suspendido desde junio de 2024.
La eléctrica argelina había iniciado un proceso de arbitraje contra Duro Felguera debido a la paralización de este proyecto, que abarca la construcción de una central de ciclo combinado.
El acuerdo alcanzado entre ambas partes incluye la asignación del proyecto a una colaboración de empresas lideradas por China Power Engineering & Consulting Group, así como la resolución de disputas que mantenían en conflicto a la empresa española y a la argelina.
En el contexto de este arbitraje, la empresa argelina había solicitado relanzar el contrato y reanudar las obras, demandando además una indemnización que rondaba los 413 millones de euros.
Este desencadenante fue uno de los factores que llevaron a Duro Felguera a plantearse el preconcurso de acreedores, dado que el proceso de arbitraje requirió la reexpresión de sus resultados financieros desde 2022, incluyendo una provisión de 100 millones de euros para el proyecto Djelfa.
En otro frente, Indra ha hecho una propuesta formal para adquirir la fábrica de calderería pesada de Duro Felguera en Gijón, una medida que dentro de su estrategia busca transformar el espacio para la producción de vehículos blindados. Esta oferta oscila entre 2 y 3 millones de euros, según diversas fuentes.
La planta de Duro Felguera en Gijón es reconocida por su especialización en la fabricación de recipientes a presión, tanto para la industria petroquímica como para el sector nuclear.
El presidente de Indra, Ángel Escribano, reveló durante una comparecencia en el Congreso en marzo anterior, el interés de su empresa en adquirir esta instalación.
Por su parte, Duro Felguera ha optado por no comentar sobre la oferta de Indra, mientras que en su sitio web mantiene disponible una sección de 'Activos en venta', indicando así una posible necesidad de desinversión para mejorar su liquidez.
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