
En las elecciones catalanas de este domingo, el PSC ha logrado una victoria contundente al convertirse en la primera fuerza política y aumentar en 9 escaños respecto a los comicios anteriores. Mientras tanto, las fuerzas independentistas han visto descender su apoyo y se encuentran lejos de alcanzar una mayoría.
El partido que experimentó un mayor crecimiento en votos tras las elecciones fue el PP, con 232.300 votos más que en las anteriores elecciones. Por su parte, el PSC fue el segundo en crecimiento con 215.500 votos adicionales. En contraste, ERC sufrió la mayor caída con 179.500 votos menos, seguido por Ciudadanos, que pasó de 158.600 votos a apenas 22.400 en esta ocasión, perdiendo 136.100 apoyos.
Este resultado representa un mayor peso de los partidos constitucionalistas en el parlamento catalán. El PSC, con 42 escaños, igualó los resultados de Maragall en 2003 y Obiols en 1988, mientras que el PP superó a Vox y obtuvo quince escaños, su mayor resultado desde 2012. Ciudadanos, por otro lado, desapareció del Parlamento de Cataluña, la comunidad autónoma donde tuvo sus inicios.
Los partidos nacionalistas no lograron obtener la mayoría absoluta en Cataluña por primera vez en cuarenta años. Sumar consiguió todos sus escaños en Barcelona, mientras que Allianza Catalana entró por Girona y Lleida. El PSC dominó en Barcelona y Tarragona, mientras que Junts lideró en Lleida y Girona.
En cuanto a los municipios, PSC se posicionó como la primera fuerza en el Valle de Arán y se expandió por la provincia de Barcelona. ERC retuvo algunos municipios en Tarragona, mientras que Alliança Catalana ganó en el entorno de Ripoll. Alliança Catalana fue la segunda fuerza en municipios del interior de Girona como Olot, mientras que ERC se mantuvo como segunda o tercera fuerza en la mayoría de municipios catalanes.
En la ciudad de Barcelona, el PSC revalidó su victoria ovtneida en las elecciones anteriores, siendo la primera fuerza en barrios como Sans Montjüic, Sant Martí o Nou Barris. Junts se mantuvo en distritos como Eixample, Gràcia y Les Corts, mientras que el PP arrebató Sarrià Sant Gervasi.
En resumen, este resultado refleja un cambio significativo en el panorama político de Cataluña, con un mayor peso de los partidos constitucionalistas y la falta de una mayoría absoluta por parte de los partidos nacionalistas. La distribución de escaños y votos muestra una tendencia hacia un nuevo equilibrio de fuerzas en la región.
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