En la ciudad de Sumi, Ucrania, la tragedia se ha ensañado con sus habitantes tras un brutal ataque de las fuerzas rusas. La última cifra de víctimas asciende a cuatro fallecidos y 25 heridos, incluidos tres menores, según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania.

Los rescatistas han concluido sus labores en las áreas devastadas, operando en simultáneo en siete diferentes puntos críticos donde los bombardeos causaron estragos. Un comunicado oficial lamenta la pérdida de vidas y la cantidad de heridos, recordando la crudeza del conflicto que continúa azotando a la nación.

Ante la magnitud de la tragedia, los servicios de salud han intensificado su apoyo a la población afectada, mientras que las fuerzas de seguridad trabajan arduamente en la limpieza de los escombros y en la neutralización de explosivos en la zona, como han compartido en su perfil en la red social X.

Este ataque ha reavivado la preocupación del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien cuestiona la sincera intención de Rusia por alcanzar un acuerdo de paz. “Fue un asalto deliberado contra civiles”, expresa enérgicamente, demandando la imposición de sanciones más severas.

Zelenski también alertó sobre los planes estratégicos de las Fuerzas Armadas rusas, que buscan establecer una franja de control en Sumi, penetrando hasta diez kilómetros dentro del territorio ucraniano. Aseguró que, del lado ruso de la frontera, se han acumulado alrededor de 50,000 soldados.

La región de Sumi no es la única que sufre estos ataques, ya que las fuerzas rusas continúan intensificando sus operaciones en varios puntos del país. Este martes, el Ministerio de Defensa de Ucrania anunció la captura de una nueva localidad, Andreyevka, evidenciando la creciente presión militar en la zona.