El INE informa un aumento del IPC a 1,8% en octubre, impulsado por el alza de gasolina y electricidad.

El panorama económico presenta un nuevo giro al alza, ya que la inflación subyacente registra un leve incremento de una décima, alcanzando así un 2,5%. Este repunte ha sido noticia en el contexto de un informe más amplio sobre el Índice de Precios de Consumo (IPC) que se ha dado a conocer recientemente.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado este 14 de noviembre que el IPC experimentó un aumento del 0,6% en el mes de octubre en comparación con septiembre. Este ascenso se traduce en un incremento de tres décimas en su tasa interanual, que se sitúa ahora en un 1,8%. Estos números coinciden con las proyecciones adelantadas a finales del mes pasado, lo que otorga mayor solidez a estos datos.
Entre las causas que han impulsado este incremento en la inflación, el INE señala el encarecimiento de los carburantes y un aumento en los precios de la electricidad y el gas. Este fenómeno se produce en contraste con el descenso en los precios que se había observado en el mismo mes del año anterior, generando inquietudes sobre la sostenibilidad de los costos para las familias.
El grupo de vivienda ha sido uno de los más afectados, incrementando su tasa interanual en 1,3 puntos hasta alcanzar un 4,2%, impulsado por el elevado coste de la electricidad y el gas. En contraposición, el grupo de transporte ha visto su tasa interanual caer hasta un -3%, aunque esto representa un incremento de nueve décimas respecto a septiembre, atribuible a la subida en los precios de carburantes y lubricantes para vehículos personales.
Con este crecimiento en el IPC interanual durante octubre, la inflación parece volver a un patrón ascendente tras cuatro meses consecutivos de caídas. Esto sugiere que los precios vuelven a ser un tema relevante en la agenda económica actual y pueden tener consecuencias directas en el poder adquisitivo de las familias.
A pesar de este repunte, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa nos recuerda que la inflación se mantiene por debajo del umbral de referencia del 2% establecido por el Banco Central Europeo (BCE), lo que podría ofrecer cierta tranquilidad a los mercados, aunque las inquietudes persisten.
Por su parte, la inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, ha avanzado a un 2,5%, lo que representa siete décimas por encima de la tasa general. Esto implica que los precios en el núcleo de la economía siguen mostrando signos de presión, a pesar del control relativo que se ha tenido sobre otros sectores.
Analizando el contexto mensual, octubre presentó un incremento del IPC del 0,6% respecto a septiembre, siendo este el mayor aumento mensual desde abril, cuando se reportó un 0,7%. Este ascenso está marcado por un notable aumento del 8,5% en vestido y calzado, asociado al inicio de la temporada de otoño-invierno, además de un 1,4% de alza en el precio de los alimentos, impulsado por el encarecimiento de productos como frutas y hortalizas.
Finalmente, el IPC armonizado (IPCA) también mostró una escalada de una décima en octubre, alcanzando el 1,8%, con un aumento mensual del 0,4%, lo que refuerza la percepción de una tendencia inflacionaria que aún persiste en el horizonte económico. La interconexión de estos datos reside en la necesidad de hacer un seguimiento atento de cómo estos cambios impactan en la vida cotidiana de los ciudadanos.
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