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Familias de rehenes demandan una solución urgente: "No podemos esperar más desde el 7 de octubre."

Familias de rehenes demandan una solución urgente:

En el corazón de Tel Aviv, el pasado sábado se llevó a cabo una emotiva manifestación encabezada por familiares de los rehenes que aún permanecen cautivos en la Franja de Gaza. Con un reclamo urgente, pidieron al gobierno israelí, liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, que prioritize un acuerdo para el regreso de los casi 50 individuos capturados tras el ataque del 7 de octubre de 2023.

Entre los discursos más impactantes se encontraba el de Maccabit Meyer, tía de los hermanos gemelos Gali y Ziv Berman, quienes siguen en manos de Hamás. Meyer no escatimó en criticar la reciente operación fallida contra altos mandos del grupo en Doha, donde evidenció que las acciones del gobierno han sido ineficaces para las familias en duelo. "Mientras se busca eliminar el brazo político de Hamás, ¿qué pasa con los nuestros?", cuestionó irónicamente, añadiendo: "¿Dónde ha quedado la responsabilidad? ¿Por qué nadie dice 'basta'?"

Meyer dirigió su profundo desasosiego a los líderes de Israel, cuestionando su empatía y moralidad ante la posibilidad de que lo único que reciban sean ataúdes vacíos en lugar de sus seres queridos. Esta desesperante realidad resuena en la mente de muchas familias que aguardaron con angustia un cambio en la situación.

Los ex rehenes Keith y Aviva Siegel también se unieron a la manifestación, haciendo un llamado urgente a la necesidad de un acuerdo inmediato. Subrayaron que la liberación de los cautivos trasciende lo emocional: "Es un deber judío, nacional y humano", afirmaron, haciendo eco del sentimiento compartido por muchos presentes.

El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas se sumó a la crítica, responsabilizando directamente a Netanyahu por obstruir cualquier posibilidad de alto al fuego y avance en las negociaciones sobre los rehenes. "Está claro quién representa el verdadero obstáculo: el primer ministro", afirmaron enérgicamente. Aseguraron que cada vez que empiezan a vislumbrar una solución, Netanyahu crea nuevas barreras, lo que refleja un continuo juego político en medio de una situación humanitaria devastadora.

Los manifestantes enfatizaron la urgencia de la situación, recordando que 42 rehenes han perdido la vida bajo cautiverio. "El tiempo se nos agota, así como nuestras esperanzas", manifestaron, elevando sus voces en un grito de auxilio por aquellos que viven un drama inimaginable.

Sin embargo, el contexto es aún más complejo. El ejército israelí ha proseguido su ofensiva en Gaza, desafiando las advertencias de Hamás sobre los peligros que corren los rehenes, arriesgándolos en medio de un enfrentamiento ya violento. Esta guerra no solo acarrea el sufrimiento de los rehenes, sino que también exacerba la presión interna sobre el gobierno. Miembros de la coalición de derecha han mostrado su descontento, amenazando con desestabilizar el gobierno si no se avanza en la operación militar, desoyendo la creciente oposición tanto en las fuerzas militares como en la sociedad civil.

Cabe mencionar que, hasta el momento, Hamás mantiene a 48 rehenes, incluyendo los restos de 26 personas fallecidas. Se estima que 20 de ellos siguen vivos, mientras que el estado de salud de otros dos permanece incierto. Uno de los cuerpos retenidos corresponde a un soldado israelí que murió en 2014, lo que añade una capa adicional de tristeza y desesperanza a la situación.

La tragedia se manifiesta también en el lado palestino, donde las autoridades de Gaza han reportado un alarmante aumento de muertes: más de 64.800 palestinos han fallecido a raíz de la agresión militar israelí desde el octubre pasado. Las cifras de heridos superan los 164.200, generando una crisis humanitaria sin precedentes.

Por si fuera poco, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha lanzado un nuevo llamado a la solidaridad a través de donaciones de sangre, advirtiendo de la crítica escasez que enfrentan los hospitales del enclave. "La gravedad de las lesiones exige urgentemente más unidades de sangre para salvar vidas", señalaron, al tiempo que alertaron sobre la disminución de donaciones por la hambruna y las condiciones deplorables que padecen muchos ciudadanos. La situación actual retrata un panorama desolador, donde la esperanza se enfrenta a la cruda realidad de un conflicto que no cesa.