En la ciudad de Gaza, la alarmante situación de más de 450.000 niños se agrava ante la posibilidad de un inminente ataque israelí, según ha reportado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). La organización ha emitido un fuerte aviso sobre la peligrosa combinación de hambre y violencia que azota a esta comunidad, ahora forzada a evacuaciones bajo órdenes de Israel.

Edouard Beigbeder, director de UNICEF para Oriente Próximo y el norte de África, ha resaltado la urgencia de lo que él describe como una "catástrofe inminente". La actual escalada de violencia ha generado un impacto devastador en la población civil y ha llevado a un casi completo colapso de los recursos fundamentales que necesitan los niños en Gaza.

En los últimos dos meses, más de 10.000 pequeños han sido diagnosticados con desnutrición aguda, y la situación de los 2.400 que están recibiendo tratamiento actual es particularmente crítica. Beigbeder ha enfatizado que "nunca ha sido tan urgente actuar para salvar vidas", subrayando que los peligros también afectan a los recién nacidos, a los niños heridos y a aquellos con discapacidad.

A pesar de que Israel afirma haber establecido zonas humanitarias para facilitar la evacuación, el director de UNICEF señala que "no hay un lugar seguro al que ir". Instó a que las personas puedan moverse libremente hacia áreas más seguras en lugar de ser forzadas a hacerlo, y subrayó la necesidad urgente de incrementar la ayuda humanitaria en la región.

Beigbeder también recordó que el Derecho Internacional ofrece protección especial a los niños y pidió a la comunidad global que actúe de inmediato para evitar un desastre aún más grave. "En menos de dos años, hemos visto cómo más de 50.000 niños han perdido la vida o han resultado heridos. ¿Cuántas más tragedias son necesarias para que el mundo tome acción? No podemos seguir fallándoles", declaró con gran preocupación.