El Gobierno de Francia ha presentado un nuevo plan para combatir el tabaquismo, que incluye medidas como el aumento progresivo del precio de las cajetillas y la ampliación de los lugares públicos libres de humo, incluyendo parques.

El ministro de Sanidad francés, Aurélien Rousseau, ha declarado que "las zonas sin humo serán la norma", argumentando la necesidad de tomar medidas ante una adicción que cobra la vida de 75.000 personas al año en Francia, siendo considerada "la primera causa evitable de muerte".

Según el Gobierno francés, incrementar el precio de los cigarrillos es considerada como "la medida más efectiva contra el tabaco", respaldada por la Organización Mundial de la Salud y "estudios independientes". En este sentido, se espera que en 2025 el precio de una cajetilla alcance los 12 euros, y al año siguiente se incremente a 13 euros, con el objetivo de desalentar a posibles compradores.

Además, el Ejecutivo también tiene previsto prohibir los cigarrillos electrónicos desechables, los cuales son considerados por Rousseau como una "aberración" tanto desde el punto de vista médico como medioambiental. Por otro lado, las farmacias estarán autorizadas para prescribir tratamientos sustitutivos de la nicotina.