MADRID, 30 de octubre.

Este jueves, entre 500 y 1,000 funcionarios se dieron cita frente al Ministerio de Función Pública en Madrid, demandando condiciones laborales dignas y un nuevo acuerdo salarial. Esta movilización es parte de una ola de protestas organizadas por las organizaciones CCOO, UGT y CSIF en todo el país.

"Este desprecio hacia los trabajadores no puede continuar", afirmó Lucho Palazzo, coordinador del Área Pública de CCOO, al dar inicio a las manifestaciones. Estuvo acompañado por Miguel Borra, presidente de CSIF, e Isabel Araque, secretaria general de UGT Servicios Públicos, quienes también compartieron su preocupación por la situación actual de los empleados públicos.

Los líderes sindicales coincidieron en señalar que la ausencia de unos nuevos Presupuestos Generales no debe ser utilizada como justificación para evitar la negociación de un nuevo acuerdo salarial.

"Hoy puede marcar el inicio de un entendimiento o el camino hacia una huelga", advirtió Araque, mientras Palazzo denunciaba la contradicción de afirmar que la economía española "avanza a buen ritmo" mientras se mantiene estancado el salario de los trabajadores del sector público.

Por su parte, Borra subrayó que el Gobierno adeuda a los funcionarios una suma de 2,000 millones de euros en salarios solo este año. Además, mencionó que en los últimos tres años, los empleados públicos han visto caer su poder adquisitivo en 8.5 puntos, en un contexto de inflación creciente.

"Nos han dejado a un lado", lamentó Borra, y junto con los otros sindicalistas, exigió la reactivación de la mesa de diálogo social para discutir y mejorar las condiciones laborales de los funcionarios públicos.