El 22 de abril, en Madrid, se hizo conocido que la Universidad de Harvard ha tomado una postura firme en contra de las acciones de la Administración de Donald Trump, al presentar una demanda legal que busca revertir la decisión gubernamental de suspender subvenciones que superan los tres millones de dólares. Esta decisión fue motivada por la percepción de que la universidad no ha tomado medidas suficientes para controlar las manifestaciones estudiantiles que critican la situación en la Franja de Gaza.
Alan Garber, presidente de la universidad, comunicó su descontento al afirmar que esta congelación de fondos es tanto ilegal como un abuso de la autoridad por parte del Gobierno. En su declaración, también advirtió sobre las repercusiones potencialmente severas que esta intervención podría tener a largo plazo, lamentando que la justificación presentada por el Gobierno para tal acción se basara en un tema tan delicado como el antisemitismo.
Garber, quien se identificó como judío y estadounidense, destacó la seriedad con la que Harvard aborda la cuestión del antisemitismo, enfatizando que la respuesta a este tipo de odio requiere no solo delicadeza, sino también un compromiso efectivo. Remarcó que la universidad continuará enfrentando el odio de forma activa, cumpliendo a cabalidad con sus responsabilidades legales y morales.
Asimismo, el presidente de Harvard criticó las medidas adoptadas por la Casa Blanca tras la negativa de la universidad a ceder a las exigencias ilegítimas, las cuales incluyen un control sin precedentes sobre la institución y la suspensión de importantes fondos. Estas acciones también implican múltiples investigaciones sobre las actividades de Harvard, lo que, según él, pone en riesgo no solo la educación, sino también el bienestar de la comunidad universitaria.
Garber advirtió que estas decisiones afectan de manera grave a estudiantes, profesores, investigadores y, en última instancia, a la reputación de la educación superior en Estados Unidos. Resaltó que la investigación en diversas áreas de salud, como el cáncer y el Alzheimer, está en peligro, lo que podría tener un impacto negativo en la vida de futuros pacientes y sus familias.
El presidente de Harvard insistió en que el recorte de fondos destinados a la investigación médica y científica debilitaba la capacidad del país para salvar vidas y mantener su liderazgo en innovación global. Según sus declaraciones, la falta de apoyo a la investigación podría resultar en el sufrimiento de aquellos que padecen enfermedades prevenibles o tratables.
Finalmente, Garber reafirmó su compromiso con los principios de la educación superior estadounidense, argumentando que las universidades deben poder cumplir con sus obligaciones legales y desempeñar un papel vital en la sociedad sin interferencias gubernamentales indebidas. En su mensaje, concluyó que esta es la clave para alcanzar la excelencia académica y promover la libertad de expresión dentro del ámbito universitario.
La demanda de Harvard se da en un contexto en el que la Administración Trump ha exigido acceso a informes universitarios sobre el antisemitismo y la discriminación antimusulmana en el campus, así como la identificación de las personas responsables de estos documentos para ser interrogadas, lo que ha generado aún más tensiones entre la universidad y el Gobierno.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.