 
                                        Madrid, 20 de octubre. En un giro alarmante de los acontecimientos en Yemen, los rebeldes hutíes han tomado el control de la sede de la ONU en Saná, desatando una nueva ola de tensiones entre este grupo insurgente y la comunidad internacional. Este acto ha resultado en la liberación de varios trabajadores humanitarios que habían sido detenidos durante el pasado fin de semana.
La Organización de las Naciones Unidas confirmó hoy que cinco empleados yemeníes, que habían sido arrestados el sábado, han sido puestos en libertad. Además, se ha informado que 15 trabajadores extranjeros pueden ahora moverse libremente por el recinto y comunicarse con sus familias, lo que marca un pequeño alivio en medio de la crisis.
La ONU ya había expresado su preocupación ante lo que describió como un "secuestro", una valoración que ha sido respaldada por diversas naciones, incluyendo Francia. El Ministerio de Relaciones Exteriores francés ha condenado enérgicamente los actos de los hutíes, describiéndolos como una "escalada intolerable" contra los colaboradores humanitarios que ofrecen asistencia vital a la población civil en un país devastado por la guerra.
Yemen ha estado inmerso en un estado de caos y conflicto durante más de diez años, período en el cual los hutíes han reforzado su posición de poder y expandido sus capacidades de amenaza. Con el respaldo de Irán, han intensificado sus ataques contra Israel en los últimos dos años, en lo que consideran una respuesta a la violencia en la Franja de Gaza.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.