El exvicepresidente Pablo Iglesias ha llamado a Podemos a "defender la unidad" de la izquierda en el espacio progresista, a pesar de los "ninguneos" e "insultos" que reciben. Aunque reconoce que hay militantes que se sienten "ofendidos" y "dolidos", y exigen "respeto" para la formación morada, Iglesias afirma que es necesario "defender la identidad" del partido y seguir con la mano tendida, aunque no siempre sea sencillo y fácil.

Iglesias hizo estas declaraciones en una mesa de debate sobre geopolítica internacional, en el marco de la 'Fiesta de la Primavera' de Podemos en Zaragoza. La cita llega marcada por la tensión entre Podemos y Sumar, después de que los morados no acudieran al acto de lanzamiento de la candidatura de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, al no haberse suscrito previamente un pacto bilateral de confluencia con Sumar sobre primarias abiertas.

Iglesias entiende que hay cierto malestar en bases del partido cuando ven que se les "insultan" y se les "menosprecia" desde todos los "cañones mediáticos", pero llama a Podemos a "demostrar que caminar juntos es condición de posibilidad de que cambien las cosas". Destaca que la formación sufre desde hace meses una estrategia de "desgaste" en el "enésimo intento de matar a Podemos" y de tratar de "conseguir" que no exista.

Iglesias también elogió la capacidad de la actual líder de Podemos, Ione Belarra, de lanzar su postura sobre la guerra de Ucrania y a la vez fomentar un acuerdo para desplegar la mejor ley de vivienda de la historia, consciente de la importancia de la relación con Bildu y ERC para lograr un pacto que, bajo su criterio, al PSOE "no le gusta".

Por otro lado, Iglesias ha alertado de que la guerra de Ucrania y el papel de la OTAN amenaza las "bases constitutivas" de las democracias europeas, pues aprecia que el conflicto está acarreando "mecanismos de disciplinamiento" a quien se sale a criticar a la Alianza Atlántica. También ha reprochado la actitud del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras su encuentro con la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, al interpretar que incluso "alabó la sintonía política" con la política de inmigración del "gobierno fascista italiano".