Las recientes acciones militares en Líbano han llevado al Ejército israelí a señalar que alrededor de 200 milicianos de Hezbolá han perdido la vida en la última semana debido a los intensos bombardeos en la región.

En un contexto de creciente tensión, las Fuerzas Armadas de Israel renovaron este jueves sus bombardeos en el sur de Beirut, la capital libanesa. Este ataque se produjo tras la emisión de nuevas órdenes de evacuación que afectan a múltiples edificios, aunque hasta ahora no se han reportado víctimas o heridos.

Cerca de las 8:20 de la mañana, hora local, las fuerzas israelíes emitieron un llamado a los habitantes de varios edificios en el distrito de Ghobeiri, instándolos a abandonar sus hogares y alejarse al menos 500 metros antes de llevar a cabo los bombardeos dirigidos a ‘posiciones de Hezbolá', según detallaron en un comunicado oficial.

Las órdenes de evacuación no se limitaron a Ghobeiri, ya que también se dirigieron a residentes de edificios en Choueifat, una ciudad ubicada al sureste de Beirut, que ha estado en el centro de los recientes ataques bélicos.

El portavoz del ejército israelí en árabe, Avichay Andraee, ha hecho un urgente llamado a las comunidades locales para que abandonen con prontitud las áreas cercanas a los edificios identificados en los mapas que ha compartido a través de las plataformas sociales del ejército.

De manera adicional, las fuerzas israelíes confirmaron que sus ataques en Líbano durante la última semana han llevado a la destrucción de más de 140 lanzadores de misiles de Hezbolá, los cuales se utilizaban para dirigir ataques hacia el norte y el centro de Israel.

Entre los resultados de estos ataques, se ha reportado la muerte de dos altos mandos del grupo Hezbolá que formaban parte de la fuerza Radwan, especializada en operaciones transfronterizas con un enfoque particular en invadir territorio israelí, así como en la gestión de unidades antitanque y en la ejecución de operaciones en las zonas costeras.

En resumen, el ejército israelí sostiene que, en el transcurso de la semana pasada, cerca de 200 milicianos de Hezbolá han fallecido como consecuencia de los enfrentamientos y ataques en el sur del Líbano, un recordatorio doloroso de la creciente violencia en la región.