En una escalofriante madrugada del lunes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron de una serie de ataques aéreos que resultaron en la destrucción de numerosas instalaciones iraníes dedicadas al almacenamiento y lanzamiento de misiles. Este despliegue militar ocurrió en el oeste de Irán y coincide con un aumento de tensiones en la región, que culminó con el lanzamiento de misiles iraníes hacia el territorio israelí.

En un mensaje difundido a través de la red social X, el Ejército israelí detalló que sus aviones de combate llevaron a cabo múltiples oleadas de ataques, enfocándose en diversos objetivos militares asociados al régimen iraní. La operación se describe como una respuesta contundente a las crecientes amenazas en la zona.

Según afirmaciones de las FDI, los bombarderos israelíes se centraron en estructuras clave diseñadas para el almacenamiento de misiles, así como en bases operativas de drones y sistemas de lanzamiento de misiles antiaéreos. Este tipo de operaciones pone de relieve la intensificación de las hostilidades entre ambos países en las últimas semanas.

Mientras tanto, el Ejército iraní no se quedó de brazos cruzados y lanzó aproximadamente 50 misiles contra Israel, que fueron interceptados en su mayoría por las defensas israelíes. El periódico 'Times of Israel' reportó que entre 30 drones también fueron disparados desde Irán, los cuales fueron neutralizados por las fuerzas de defensa de Israel.

La última lluvia de proyectiles, que alcanzó su punto máximo con un ataque de alrededor de 20 misiles, dejó cinco personas heridas levemente en un aparcamiento en el centro de Israel. Este episodio ha resaltado la desestabilización que impera en la región y el costo humano que continuamente se aprecia en estos enfrentamientos, tal como lo informó el servicio nacional de ambulancias de Israel, la Estrella de David Roja.