En medio de la escalada de violencia en la región, al menos 25 personas perdieron la vida este viernes a causa de los bombardeos llevados a cabo por el Ejército de Israel en el sur de Líbano y el valle de la Becá. Las autoridades sanitarias del país han confirmado esta trágica noticia, que eleva la cifra de fallecidos a 1.565 desde el inicio de los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y el partido-milicia Hezbolá.

El ministro de Sanidad, Firas Abiad, en medio de una rueda de prensa, alertó sobre la situación de "guerra total" desatada por Israel y enfatizó la urgencia de encontrar una solución diplomática para evitar más pérdidas humanas. Sin embargo, denunció que una parte involucrada en el conflicto continúa atacando de forma indiscriminada a la población civil.

En un trágico incidente anterior, nueve miembros de una misma familia perdieron la vida en un bombardeo llevado a cabo en la localidad de Shebaa por las fuerzas militares israelíes. La agencia estatal de noticias de Líbano reportó que la vivienda de tres plantas fue alcanzada en medio de la noche, provocando víctimas fatales, incluyendo a una mujer embarazada.

Con alrededor de 800 muertos y más de 2.000 heridos desde el inicio de esta oleada de ataques el lunes, la situación en la región se vuelve cada vez más crítica. Los bombardeos se desencadenaron tras la explosión de dispositivos de comunicación usados por Hezbolá, después de más de once meses de tensiones en la frontera.