En medio de un contexto marcado por tensiones geopolíticas, el Ejército israelí ha dado a conocer un informe de sus operaciones dos días después de que se estableciera un alto el fuego en la región, lo que añade una capa de complejidad a la situación delicada en Líbano y los conflictos en curso.

Este viernes, la fuerza armada israelí reveló que desde el inicio de los enfrentamientos con Hezbolá, el 8 de octubre de 2023, han atacado más de 12,500 objetivos considerados como parte de la infraestructura del grupo chií, informando que estas acciones resultaron en la muerte de aproximadamente 2,500 supuestos miembros de la organización.

En su balance de operaciones, las autoridades militares de Israel afirmaron que “más de 12,500 objetivos terroristas de Hezbolá han sido atacados en la zona norte”, refiriéndose específicamente a territorio libanés. A este anuncio, se añadió que entre los objetivos destruidos se encuentran más de 1,600 instalaciones militares y más de mil lugares de almacenamiento de armamento.

El Ejército argumentó contar con un “alto nivel de confianza” en las cifras reportadas sobre las bajas en Hezbolá, asegurando que entre los fallecidos se incluiría a su líder, Hasán Nasralá, así como a otros trece altos funcionarios del grupo. Este conteo también comprende a cuatro comandantes de división, 24 comandantes de brigada, 27 de batallón y 63 de compañía, lo que, según el Ejército, refleja un debilitamiento significativo de la estructura operativa de Hezbolá.

En sus declaraciones, se destacó que “la mayoría de la capacidad de fuego de Hezbolá ha sido eliminada”, enfatizando que, en su estimación, el grupo ahora cuenta con menos del 30 por ciento de los drones que poseía previo al conflicto en curso. Esta información es crucial para entender el actual balance de poder en la región.

Además de las bajas, se reportó la incautación de un impresionante arsenal, que incluye alrededor de 12,000 dispositivos explosivos y drones, 13,000 cohetes, junto con lanzadoras y sistemas misiles diseñados para luchar contra vehículos y aeronaves. Igualmente, se mencionó la confiscación de 121,000 sistemas de comunicación y computadoras, que se presume eran utilizados para dirigir las operaciones de Hezbolá.

Este informe llega en un delicado momento, siendo publicado apenas dos días después de que se instaurara un alto el fuego en Líbano, propiciado por un acuerdo entre las autoridades israelíes y libanesas, tras un anuncio realizado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien destacó la aceptación de la propuesta estadounidense por ambas partes.

Cabe recordar que Israel lanzó una nueva ofensiva contra Líbano el 1 de octubre, después de más de once meses de enfrentamientos en la frontera, desencadenados por ataques del 7 de octubre de 2023 que causaron cerca de 1,200 muertes y 250 secuestros. Estos eventos condujeron a una dura ofensiva del Ejército israelí contra Gaza, que ha resultado en más de 44,300 fallecidos y unos 105,000 heridos, mientras que Líbano ha denunciado cerca de 4,000 muertes como consecuencia de los ataques israelíes.