En un giro significativo en las negociaciones comerciales, el gobierno de Estados Unidos ha decidido no otorgar a Japón una exención total de los aranceles impuestos recientemente por el presidente Donald Trump. Sin embargo, según información obtenida por la agencia 'Kyodo', se ha sugerido un posible alivio parcial en las tarifas arancelarias.

La semana pasada, Washington comunicó al principal negociador japonés, Ryosei Akazawa, que la propuesta de Trump se limita a un recorte específico y recíproco del 14%, que todavía está en espera hasta principios de julio. Esta decisión refleja una postura firme del mandatario estadounidense sobre las tarifas comerciales, que busca mantener un control estricto sobre los términos del comercio internacional.

Japón ha estado presionando para eliminar por completo los gravámenes conocidos, que incluyen un arancel del 25% aplicable a los automóviles, así como tarifas equivalentes para el acero y el aluminio. Dicha demanda evidencia la situación tensa en la que se encuentran las relaciones comerciales entre ambos países.

A pesar de las solicitudes del gobierno japonés, la administración estadounidense ha reiterado que está considerando únicamente una extensión de 90 días en la suspensión de los aranceles o una reducción en la nueva tarifa del 14%. Además, se ha mostrado inflexible ante cualquier modificación de los aranceles existentes del 10%, así como de los impuestos que afectan a los automóviles y a productos metalúrgicos.