En las elecciones europeas celebradas en Alemania, el bloque conservador formado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su socio bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU), ha logrado una clara victoria con más del 30 por ciento de los votos. Esto posiciona a la CDU como la principal fuerza de la oposición en el país, obteniendo 31 escaños en el Parlamento Europeo y consolidándose como un referente en el Partido Popular Europeo (PPE).

La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), a pesar de una campaña marcada por la polémica, logró el 15,9 por ciento de los votos, lo que se traduce en 18 escaños en la Eurocámara. Esta posición les sitúa en el segundo lugar en estas elecciones, demostrando su fortaleza dentro del panorama político alemán.

Por otro lado, el Partido Socialdemócrata (SPD), liderado por el canciller Olaf Scholz, se ha visto relegado a la tercera posición con un 13,9 por ciento de los votos, obteniendo 14 escaños en el Parlamento Europeo. Los Verdes, que fueron segundos en las elecciones europeas de 2019, han tenido que conformarse con un 11,9 por ciento de los sufragios en esta ocasión.

Destacando en estas elecciones también se encuentra el partido fundado por Sahra Wagenknecht, que logró superar el 6 por ciento de los votos, más del doble que su antigua formación, La Izquierda (Die Linke). Los liberales, socios de la coalición de Gobierno junto al SPD y Los Verdes, ocupan la sexta posición con algo más del 5 por ciento de los votos.