En el ámbito político portugués, la situación se complica a medida que el presidente de Chega, André Ventura, ha revelado un inédito entendimiento con la coalición conservadora Alianza Democrática (AD). Este acuerdo, anunciado el pasado sábado, busca modificar la Ley de Nacionalidad a cambio del respaldo para bloquear varias solicitudes de comparecencias.

Ventura se mostró optimista sobre esta alianza, resaltando la importancia del diálogo y la colaboración entre ambas partes. Uno de los cambios anunciados es la creación de una nueva Unidad Nacional de Extranjeros y Fronteras en la Policía Nacional de Portugal, que se estaría instaurando tras la reciente votación parlamentaria.

El enfoque de esta reforma en la Ley de Nacionalidad se anticipa para el inicio de la próxima sesión legislativa. Ambos grupos parlamentarios han acordado sendas directrices que facilitarían la modificación de esta legislación, con la esperanza de que los avances se materialicen hacia principios de septiembre.

El líder de Chega también ha expresado su intención de apoyar al gobierno, argumentando que esto implica desestimar varias comparecencias solicitadas por los partidos de izquierda en este tema. Ventura sostuvo que su intención es evitar provocar tensiones con las comunidades inmigrantes, independientemente de su origen.

En contraste, el líder del Partido Socialista, José Luis Carneiro, ha criticado duramente al Partido Social Demócrata (PSD), señalándolo como cautivo de la extrema derecha en cuestiones relacionadas con la inmigración. Carneiro subraya que esta situación es alarmante, especialmente porque afecta a ciudadanos de naciones lusófonas, desdibujando los valores históricos de la política exterior portuguesa.