En la capital española, Madrid, el día 29 de octubre, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha expresado su enérgico rechazo ante la trágica muerte de más de un centenar de palestinos en los recientes ataques lanzados por el Ejército israelí en la Franja de Gaza. Este conflicto, que ha cobrado la vida de más de 68,600 personas, continúa dejando una estela de dolor y destrucción.

Turk ha subrayado la necesidad imperiosa de que Israel respete sus compromisos en virtud del Derecho Internacional y rinda cuentas por las violaciones que puedan surgir. En un manifiesto preocupante, hizo hincapié en los ataques recientes que han devastado hogares, campamentos de refugiados y escuelas, dejando a comunidades enteras en una situación de vulnerabilidad extrema.

El Alto Comisionado también lamentó que estas muertes se sumen al sufrimiento prolongado que ha experimentado la población de Gaza desde el estallido de la violencia el 7 de octubre de 2023, momento en el que el conflicto se intensificó tras ataques a territorio israelí que causaron 1,200 muertes en ese país.

En sus declaraciones, Turk hizo hincapié en la importancia de las leyes de la guerra, que están diseñadas para proteger a los civiles y sus bienes. "Estos eventos fatales se producen precisamente cuando había una percepción de que la paz podría estar más cerca," comentó con preocupación el alto funcionario, refiriéndose al frágil hilo de esperanza que mantenían muchos en la región.

Además, reiteró que todas las partes en el conflicto deben comprometerse de buena fe a implementar un alto el fuego. Hizo un llamado a los estados con mayor influencia en la situación para que utilicen todos los medios disponibles para garantizar una paz duradera. "Después de dos años de sufrimiento incesante, es crucial que se aproveche esta oportunidad de alcanzar la paz," enfatizó Turk.

A pesar de los recientes ataques, el Ejército israelí anunció que desde las 10:00 horas (hora local) de este miércoles, estaba reanudando el respeto al alto el fuego acordado con Hamás. Afirmaron que sus acciones, que precedieron a esta declaración, se llevaron a cabo en respuesta a lo que consideraron violaciones de la tregua por parte del grupo armado palestino, incluyendo la muerte de un soldado y la falta de devolución de trece cuerpos de israelíes secuestrados durante los ataques del 7 de octubre.