En un giro inesperado durante la sesión del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que tuvo lugar hoy en Zaragoza, los consejeros de Sanidad del Partido Popular (PP) decidieron abandonar la reunión en señal de protesta. Su salida fue provocada por un comunicado en el que acusaron al Gobierno de hacer un uso partidista y sectario de este importante organismo.

La convocatoria extraordinaria organizada por el Ministerio de Sanidad tenía como objetivo discutir temas cruciales como la financiación y distribución de fondos para fortalecer la red europea de centros dedicados al tratamiento del cáncer, así como la implementación de un sistema de vigilancia más robusto para esta enfermedad. Sin embargo, esta situación se complica aún más debido a la negativa de algunas comunidades autónomas gobernadas por el PP a proporcionar datos sobre sus programas de detección temprana de cáncer, especialmente después de los problemas reportados en Andalucía.

En su manifiesto, los representantes del PP señalaron que “nunca antes en la historia de este órgano de coordinación se había instrumentalizado de forma tan ideológica, priorizando los intereses del partido gobernante por encima del bienestar del Sistema Nacional de Salud”. Sus palabras reflejan una profunda preocupación por lo que consideran un desvío de la misión original del Consejo.

Con la intención de defender la salud pública de los ciudadanos, mantener el respeto institucional y asegurar el correcto funcionamiento del Consejo Interterritorial, los consejeros de Sanidad del PP han dejado claro que no regresarán a la sesión hasta que el Ministerio de Sanidad restablezca los procedimientos adecuados y reconozca la importancia de este consejo como la pieza clave en la coordinación de la política sanitaria en España.

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