Este martes, 18 de diciembre, en Madrid, se ha confirmado que los líderes de los partidos Demócrata y Republicano en el Congreso de Estados Unidos han alcanzado un acuerdo crucial para extender la financiación del Gobierno hasta el 14 de marzo, evitando así un cierre inminente programado para este viernes.

Con la fecha límite de financiación próxima, los legisladores están presionados por el tiempo, ya que el Congreso suspenderá sus sesiones por las festividades navideñas. Esta prórroga permitirá que el nuevo Congreso, que estará dominado por los republicanos, al igual que la nueva administración de Donald Trump, trabaje en las complejidades del financiamiento gubernamental. Esto podría señalar un comienzo tumultuoso para el magnate, como indica la cadena NBC.

El documento resultante del acuerdo abarca más de 1,500 páginas y destina unos 100,400 millones de dólares (equivalentes a 95,600 millones de euros) para fondos de ayuda ante desastres, con el objetivo de reparar los daños ocasionados por los huracanes 'Helene' y 'Milton'. Además, se incluyen 10,000 millones de dólares (aproximadamente 9,500 millones de euros) en apoyo económico para el sector agrícola, y se reautoriza un programa del Departamento de Seguridad Nacional enfocado en contrarrestar las amenazas provenientes de drones.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, ha resaltado que, a pesar de las divisiones en el Gobierno, se han aprobado importantes legislaciones de corte conservador. Esto incluye el que califica como el proyecto de ley de "seguridad fronteriza más robusto" y políticas energéticas clave, además de estrategias para combatir a los adversarios "extranjeros".

Johnson expresó a través de su cuenta en la red social X su satisfacción por la futura mayoría republicana en ambas cámaras, indicando que, con el regreso de Trump a la Casa Blanca, finalmente podrán transformar sus prioridades en leyes tangibles.

Desde el lado demócrata, el actual líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, enfatizó que su partido sigue comprometido en colaborar con los republicanos para elaborar un proyecto de ley sólido que impida el cierre del Gobierno, al mismo tiempo que asegure la ayuda vital para los afectados por desastres en el país.

Este nuevo pacto tiene un carácter provisional, una práctica que se ha vuelto habitual en los últimos meses, especialmente debido a las divergencias presupuestarias entre los dos partidos. Mientras los republicanos demandan un aumento de la financiación para seguridad fronteriza, los demócratas abogan por la aprobación de nuevos fondos de ayuda a Ucrania.