Un nuevo ataque con dron ha golpeado un campo petrolero en la región del Kurdistán iraquí, gestionado por una empresa noruega. Afortunadamente, no se han reportado víctimas, según informaron fuentes oficiales en medio de una ola de incidentes similares que ha inquietado a la zona en los últimos días.

La Dirección General Antiterrorista del Consejo de Seguridad Kurdistaní anunció a través de su perfil en Facebook que el dron impactó en un campo operado por DNO ANS en la localidad de Tauke, un área que ya había sido blanco de un ataque previo el miércoles. Este hecho resalta la creciente inseguridad que enfrenta el sector energético en la región.

En el mismo lapso, se registraron tres ataques adicionales contra otros campos petroleros, lo que llevó al Gobierno del Kurdistán iraquí a condenar enérgicamente estos actos, a los cuales calificaron de “terroristas”. Exigieron a las autoridades federales que tomen medidas decididas para abordar esta situación y procesar a quienes están detrás de tales actos de violencia.

Estos ataques se inscriben en un contexto de creciente tensión tras la reciente declaración de un alto el fuego entre Israel e Irán, el 24 de junio, que puso fin a un período de 12 días de conflicto. El desencadenante de estos ataques podría vincularse a la inestabilidad regional agregada por la ofensiva israelí en la zona central de Asia.

Las autoridades kurdas han apuntado como responsables a milicias vinculadas a Irán, y han criticado al Gobierno central por su inacción frente a estos ataques, señalando especialmente a las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), que ahora forman parte del cuerpo de seguridad iraquí. Esto ha generado un ambiente de incertidumbre y preocupación entre la población y las autoridades locales.

Por su parte, el Gobierno de Bagdad ha rechazado las acusaciones formuladas por las autoridades kurdas, considerándolas “inaceptables”. Las FMP, a su vez, han negado su implicación en los ataques y han culpado al Estado Islámico, aunque hasta el momento no ha habido una reivindicación oficial de estos ataques, que, afortunadamente, no han dejado víctimas mortales.