El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reafirmado su firme compromiso con la continuación del conflicto, destacando la necesidad de adoptar una mentalidad proactiva y de justicia para lograr los objetivos militares de Israel. Durante un evento reciente, Netanyahu aseguró que su gobierno está “determinado a alcanzar una victoria rotunda”, lo que refleja la filosofía de ataque y persistencia que él promueve en esta guerra.
En una ceremonia de toma de posesión, Eyal Zamir se presentó como el nuevo líder del Ejército de Israel, prometiendo llevar a las fuerzas armadas hacia una victoria asegurada. En su discurso, Zamir hizo un llamado a todas las facciones de la sociedad israelí para que se unan en la defensa del país, enfatizando la importancia de la cohesión y de compartir la carga de la seguridad nacional.
Zamir llega al cargo en un momento crítico, tras la dimisión de su antecesor, Herzi Halevi, quien abandonó su puesto debido a las serias fallas de seguridad que permitieron los ataques del 7 de octubre por parte de grupos palestinos. En su discurso, Zamir también se dirigió a la comunidad ultraortodoxa, instándoles a colaborar en esfuerzos por la causa nacional, subrayando que esta es una responsabilidad colectiva.
El nuevo comandante expresó su compromiso por asegurar la pronta liberación de los rehenes secuestrados en Gaza, resaltando la naturaleza urgente y humanitaria de esta tarea, asegurando a las familias que están en sus pensamientos y acciones. "Haré todo lo posible para traer a vuestros seres queridos de vuelta", declaró con determinación.
Netanyahu, al destacar la relevancia de los objetivos militares que se persiguen, recordó a Zamir la presión y la responsabilidad que recae sobre sus hombros, enfatizando la trascendencia de esta guerra para el futuro de Israel. “La forma en que enfrentemos esto impactará a generaciones venideras”, aseguró el primer ministro, mientras enfatizaba la necesidad de una actitud decidida y firme en la defensa del país.
En su intervención, Netanyahu también resaltó la colaboración estratégica con Estados Unidos, mencionando el apoyo militar que el país recibe y destacando la importancia de fortalecer la producción interna para asegurar la independencia en tiempos críticos. El primer ministro instó a sus fuerzas a prepararse ante cualquier eventualidad.
Aprovechando la ocasión, el ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió a Zamir sobre los serios desafíos en cuanto a la seguridad que enfrentará desde el primer día, indicando que no habrá espacio para la inercia. Katz añadió que, si Hamas no libera a los rehenes, Israel responderá con una fuerza renovada y una estrategia más contundente.
Por su parte, Halevi, quien ahora se aleja del mando, reiteró la necesidad de una comisión de investigación que examine los eventos del 7 de octubre, argumentando que esta no busca responsabilizar a nadie, sino entender y corregir fallos en la estructura de seguridad del país. Halevi manifestó que la falta de análisis y responsabilidad institucional podría tener consecuencias graves en el futuro.
A pesar de las críticas enfrentadas durante el conflicto, Halevi defendió la labor de las fuerzas armadas, argumentando que los ataques a las instituciones militares desmoralizan a los soldados y socavan la confianza pública en la capacidad de defensa del país. "No pueden entender el verdadero sacrificio que implica estar en el frente", concluyó, recordando la difícil realidad que enfrentan los soldados cada día.
Un reciente informe reveló que las fuerzas israelíes reconocen que el ataque sufrido el 7 de octubre fue el resultado de una planeación cuidadosa por parte de Hamas, lo que ha llevado a un llamado interno para reevaluar la estrategia de seguridad y respuesta militar de Israel, puesto que las tácticas empleadas hasta el momento han demostrado ser insuficientes frente a las amenazas emergentes.
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