Obispos españoles defienden la existencia del "síndrome post aborto" respaldados por acciones de la Iglesia.

En Madrid, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha manifestado hoy su firme convicción de que las múltiples iniciativas de la Iglesia que buscan apoyar a las mujeres que han optado por el aborto respaldan la existencia de lo que él denomina "síndrome post-aborto". Esta afirmación fue realizada durante una conferencia de prensa en la que se discutieron diversos temas tras una reunión de la Comisión Permanente de la CEE.
El portavoz eclesiástico subrayó su perspectiva sobre el aborto, describiéndolo como un acto que atenta contra la vida en desarrollo dentro del vientre materno. "El debate sobre el síndrome post-aborto es significativo. Puedo asegurar que, a través de las iniciativas que la Iglesia promueve para ayudar a las mujeres que lo han vivido, se confirma que este síndrome es una real preocupación. Personalmente, he sido testigo de casos en los que las consecuencias del aborto han afectado profundamente a las madres", declaró García Magán.
Su declaración se produjo en respuesta a la aprobación, por parte del Ayuntamiento de Madrid, de una propuesta del partido Vox, que exige informar a las mujeres que consideren la interrupción de su embarazo. A pesar de esta situación, el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, ha puntualizado que el concepto de "síndrome post-aborto" no está respaldado por la comunidad científica. Además, señaló que la información proporcionada a las mujeres será determinada por profesionales del Ayuntamiento.
Desde la perspectiva del secretario de los obispos, cada mujer que enfrenta la experiencia del embarazo tiene un sentido de conexión con la vida que lleva dentro. "No se trata de algo, sino de alguien. Es decir, hay una persona en desarrollo", añadió reafirmando su postura en torno a la dignidad de la vida desde su concepción.
García Magán también abordó lo que considera el "gran debate" sobre el aborto, centrando la discusión en la aceptación de la existencia de vida humana en las primeras etapas del embarazo y la consideración del aborto como un derecho. Este último punto es propuesto rotundamente por la Iglesia, que defiende la postura de que la vida comienza desde el momento de la concepción.
En un contexto en el que el número de abortos en España supera las 100,000 intervenciones en 2023, el portavoz episcopal enfatizó la necesidad de ofrecer un soporte tangible a las mujeres que se enfrentan a la decisión de interrumpir su embarazo debido a la falta de apoyo. Su mensaje es claro: el aborto no debe ser percibido como la única opción viable ante una situación difícil.
“Es esencial tender una mano a esas mujeres que, en ocasiones, se encuentran solas y en circunstancias complicadas. Si la única alternativa que se les ofrece es el aborto, se está limitando su capacidad de tomar una decisión libre y consciente. Debemos también brindar apoyo a quienes no desean abortar”, concluyó García Magán insistiendo en una postura de acompañamiento y ayuda.
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